La economía británica no creció en el periodo de julio a septiembre, mostraron el viernes las cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés).

Un sondeo de Reuters entre economistas apuntaba a una caída del producto interior bruto del 0,1% en el tercer trimestre —lo que podría representar el inicio de una recesión—, pero los datos oficiales situaron la cifra en el 0%.

La economía creció un 0,2% en septiembre, frente al 0,2% registrado en agosto, cuando se revisó a la baja el crecimiento (0,1%).

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El sondeo de Reuters había apuntado a que el PIB no variaría en septiembre.

En el trimestre, la producción del enorme sector de servicios británico cayó un 0,1%, la producción industrial se mantuvo prácticamente estable y la construcción creció un 0,1%, según la ONS.

El Banco de Inglaterra dijo la semana pasada que preveía un crecimiento nulo de la economía británica el año próximo, pero mantuvo sus tipos de interés de referencia en su nivel más alto en 15 años, mientras seguía luchando contra una tasa de inflación más de tres veces superior a su objetivo del 2%. El BoE estimó un crecimiento plano en el tercer trimestre.

El ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, respondió a los datos del viernes afirmando que la elevada inflación seguía siendo el mayor obstáculo al crecimiento y que anunciaría planes para desbloquear la inversión y conseguir que la gente vuelva a trabajar en su declaración de actualización del presupuesto del 22 de noviembre.

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