La calificadora Fitch Ratings dijo hoy que la reforma judicial propuesta por el oficialismo en México podría afectar negativamente el apetito inversor y el entorno empresarial de sociedades no financieras si su implementación impide la autonomía y la calidad del sistema de justicia.
Sin embargo, las empresas mexicanas mostrarán resiliencia en medio de la incertidumbre que plantean las recientes elecciones, ganadas de forma holgada por el partido en el poder, Morena, y es probable que las métricas crediticias se mantengan dentro de las expectativas de calificación, agregó Fitch en un comunicado.
La semana pasada, la calificadora confirmó la nota de riesgo crediticio de México en BBB-, con una perspectiva estable, pero advirtió del riesgo que representa para el perfil institucional del país la polémica reforma judicial promovida por el oficialismo y la elección en Estados Unidos en noviembre.
La nota fue respaldada por un marco de política macroeconómica prudente y finanzas públicas estables, dijo Fitch en un comunicado. Las otras dos grandes calificadoras internacionales, S&P y Moody’s, la mantienen en BBB y Baa2, respectivamente, dentro del llamado grado de inversión.
El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó la reforma judicial el pasado 5 de febrero, la cual plantea la elección por voto popular de los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como de los integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y, en general, de todos los jueces federales y locales, lo que ha provocado más ruido entre los inversionistas.
Además, incluye la creación de un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial y la eliminación del Consejo de la Judicatura Federal, el órgano administrativo del Poder Judicial, así como una reducción en la cantidad de ministros de la SCJN, que pasarían a ser nueve en lugar de los 11 actuales y cuyo cargo mantendrían por 12 años, tres menos que en la actualidad
Reuters y EFE