La Reserva Federal de Estados Unidos votó unánimemente para aumentar las tasas de interés en un 0,25% este miércoles. Este es el décimo incremento que el banco central aprueba desde que comenzó su batalla contra la inflación en marzo del año pasado.

La medida ocurre en medio de la fragilidad actual que atraviesa el sector bancario a raíz, en parte, de las tasas de interés más altas y del colapso de tres bancos regionales. Los mercados ya anticipaban la subida de las tasas.

El aumento de un cuarto de punto lleva que la tasa de fondos federales de referencia pase de un nivel de 5% a 5,25%, el más alto en más de 15 años.

El comunicado que emitió la Fed luego de su reunión enfatizó nuevamente en el compromiso del banco central de reducir la inflación. También abrió la posibilidad de aumentos de tasas adicionales, dependiendo de la evolución del sistema financiero y de la inflación.

De manera reveladora, la declaración de la Fed no incluyó una anotación de que “alguna reafirmación de política adicional puede ser apropiada”, que se incluyó en su comunicado anterior. Esa omisión deja abierta la posibilidad de una próxima pausa en las subidas de las tasas.

La Fed también señaló que es probable que los estándares crediticios más estrictos desaceleren la economía, lo que podría ayudar al banco central a alcanzar su objetivo de inflación.

“Es probable que las condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación”, señaló el comunicado. “El alcance de esos efectos sigue siendo incierto”.

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