El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado una serie de pasos para tratar de llevar a Pemex hacia una suave transición cuando entregue el poder en unos meses, dijeron tres fuentes, pero la estatal tiene demasiados desafíos financieros y las medidas podrían estar sólo corriendo la arruga hacia el futuro.

Con la mirada en que la sucesión recaerá en la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien lidera la mayoría de las encuestas para ganar las elecciones de junio, López Obrador decretó la semana pasada un multimillonario apoyo fiscal extra a Pemex, de unos 6,400 millones de dólares (mdd), como parte del “rescate” de la altamente endeudada estatal.

Eso se suma a los más de 90,000 mdd, al tipo de cambio vigente, que la gigante habrá recibido en “apoyos” durante su sexenio -entre créditos fiscales, rebajas a la tasa de un derecho clave e inyecciones de capital- usados mayormente para pagar deuda financiera, de unos 106,000 mdd.

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Así, López Obrador ordenó hace unos días que se le condonara a Pemex el pago del Derecho por la Utilidad Compartida (DUC) y el Derecho de Extracción de Hidrocarburos de los últimos cuatro meses hasta enero por un monto que dos fuentes de alto rango de Pemex cifraron por separado en unos 110,000 millones de pesos.

Según una de las fuentes, eso servirá para reducir las deudas de Pemex con proveedores, de 17,200 mdd al cierre de septiembre. La atribulada petrolera arrastra un patrimonio neto negativo por años y ha sido señalada a lo largo de su historia de haber sido usada con fines políticos electorales y centro de denuncias de corrupción.

“Todo forma parte de una estrategia de transición ordenada y de un aterrizaje suave para la próxima administración que entra en octubre”, dijo la fuente de alto rango de Pemex, quien habló bajo condición de anonimato.

“Sin embargo, aún hay enormes desafíos no sólo por las enormes deudas -muchas de las cuales fueron heredadas- sino con todos los retos en su misma operación, producción, refinación. Por ahora se busca pagar las deudas fuertes de bonos de este año y parte de la de proveedores”, agregó.

Sheinbaum buscaría que Pemex fuera menos dependiente

Aprovechando las rebajas impositivas que se han hecho, un Gobierno de Sheinbaum buscaría que Pemex fuera menos dependiente de los fondos del gobierno, dijo una fuente vinculada a su equipo. Además perseguiría la promesa aún incumplida de López Obrador de alcanzar la “soberanía energética”, según la cual México dejaría de importar combustibles para hacerlos en casa.

Física especialista en cambio climático, Sheinbaum, de 61 años, es una promotora de la transición energética a las renovables y defiende, al igual que su mentor político, la rectoría del Estado sobre los recursos naturales.

Rescate fallido de Pemex

Según cálculos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) sobre los resultados financieros a septiembre, Pemex tenía que amortizar la mitad del saldo total de su deuda financiera en un plazo de cuatro años entre octubre del 2023 y septiembre del 2027, equivalente a 53,000 mdd.

La compañía enfrenta vencimientos de deuda, especialmente asociadas a bonos, por unos 35,000 mdd entre 2025 y 2030. Las amortizaciones de este año suman casi 11,000 mdd, que cubrirá con ayuda del gobierno.

“A pesar de todo lo que se le dio, las presiones de deuda para el 2024 y 2025 son muy fuertes. Pemex ha sido el fracaso fiscal del sexenio, un rescate que nunca lo fue”, opinó Jesús Carlos Carrillo, del IMCO. Pese a los apoyos, la deuda financiera en términos nominales bajó de 1.99 billones de pesos en 2018 a 1.86 billones a septiembre pasado.

Y es que para la empresa salir a los mercados no es una opción ahora por los altos costos tras rebajas de calificaciones crediticias, que la colocan en la categoría especulativa. La última vez que lo hizo, en enero del 2023, fue para colocar 2,000 mdd al 10.375%.

Su director general, Octavio Romero, sostiene que los mercados y las calificadoras “castigan” a la firma, que asegura mejoró en el último lustro su desempeño en producción de hidrocarburos, refinación y baja de la deuda financiera.

Dos fuentes, una vinculada al equipo de Sheinbaum y otra de Pemex, dijeron que aún no se ha realizado alguna reunión formal entre directivos de la petrolera y la candidata para planificar alguna estrategia de transición.

Sin embargo, “muchas cosas ya vienen con el sello del presidente AMLO y se hacen”, dijo la fuente de Pemex refiriéndose al mandatario.

“Yo creo que ya rescatamos a Pemex”, dijo el miércoles en su conferencia consultados sobre la condonación del DUC. “Pemex tiene una menor deuda que cuando entramos (…) nosotros preferimos transferirle fondos (…) a que Pemex contrate deuda a tasas altas”.

Ni Pemex ni la oficina del presidente ni la Secretaría de Hacienda respondieron a solicitudes de comentarios para este artículo.

AMLO logró reducir en su gestión la tasa del DUC de Pemex desde un 65% a un 30%, para dejarle más fondos a la empresa, el mayor contribuyente del país. Y se aseguró de que para este año tuviera unos 200,000 millones de pesos para amortizaciones, que provendrán mayoritariamente por la vía presupuestaria.

“La idea es dejar un Pemex mejor de como se recibió”, dijo una de las fuentes de la petrolera. “Pero no se han resuelto muchos problemas y los desafíos son fuertes”, agregó, en referencia al recorte de presupuesto de inversión del 36% para la empresa este año.

Que Pemex deje de ser un lastre

Una de las fuentes vinculadas a Sheinbaum dijo que aunque aún faltan muchas cosas por definir sobre cómo será el manejo de Pemex bajo su eventual presidencia, la firma debería funcionar como una empresa “privada” en el sentido de ser eficiente, ganar dinero, fabricar combustibles para el país y dejar de ser una carga para el Estado.

“Todas estas rebajas tributarias buscan que Pemex tenga sus propios recursos (…) aunque su aporte a las arcas de Hacienda será menor que en el pasado también la empresa dejará de ser un lastre”, agregó.

Luego de cinco años de gestión, la producción de crudo bajó desde 1.8 millón de barriles por día (bpd) a 1.6 millón de bpd, sin embargo la de condensados se disparó de la mano de nuevos descubrimientos, lo que permitió cifrar a Pemex la producción de crudo más condensados en 1.9 millón de bpd, apenas por encima de la administración previa.

Y la muy publicitada promesa de “soberanía energética” aún luce bastante lejos. Aunque las seis refinerías locales de Pemex aumentaron su procesamiento en un 30% en el lustro a 791,000 bpd en 2023, eso dista de la meta de al menos un millón de bpd.

Su producción de gasolinas localmente subió un 22% en los últimos cinco años a 252,000 bpd en 2023 y las importaciones bajaron casi un 30% a 419,495 bpd, muy por encima que lo que se fabrica en casa. Las ventas locales de gasolinas por parte de la estatal, entre locales e importadas, fue de 653,000 bpd en 2023.

Pero López Obrador sigue prometiendo que la soberanía está muy cerca con la producción de la refinería en Deer Park, Texas, y la de Olmeca -que arrancaría operaciones muy retrasadamente en unas semanas- así como con dos coquizadoras aún en construcción.

“Al interior de Pemex se sabe que las metas no se van a alcanzar este año (…) Pero en un año electoral las promesas son muchas”, dijo una de las fuentes de la empresa.

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