Expertos en materia laboral y en economía defendieron la reforma que reduce la jornada laboral de 48 a 40 horas a la semana y señalaron que esto puede provocar un aumento del ingreso.
En el Parlamento Abierto “Días de jornada y descanso laboral”, Saúl Alonso Escobar Toledo, economista de la UNAM, comentó que México, según la OIT, tienen las jornadas de trabajo más largas del mundo al registrar en promedio 52 horas a la semana.
En contraste, el promedio de horas de trabajo semanales en países de América Latina son menos de 50, como Honduras, con 49.2; El Salvador, con 48.7; Colombia, con 46.7; Chile, con 42.7, y Brasil, con 41.6 horas.
Mientras, el ingreso por hora se estancó desde 1982 hasta 2017, por lo que ahora está por debajo del promedio mundial.
“México es un caso insólito. No se redujeron las horas de trabajo promedio anuales y al mismo tiempo se congeló el ingreso promedio por hora de trabajo; incluso, estaba en 2017 por debajo del promedio mundial. Tenemos jornadas muy largas y salarios muy bajos en comparación del promedio mundial”, dijo el experto.
Por ello, comentó que una reducción de la jornada laboral puede dar como resultado un aumento del ingreso promedio por hora de trabajo y así estar al nivel de países no solo de América Latina, sino de Europa y Estados Unidos.
“Si no reducimos la jornada laboral corremos el riesgo de fomentar un esquema de economía maquiladora: de bajo valor agregado e intensivas en fuerzas de trabajo”, señaló Escobar Toledo.
A su vez, José Luis Carazo Preciado, secretario de Trabajo del Comité Nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), aseguró que es mentira que la reforma al artículo 123 constitucional afecte a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Explicó que hay 1 millón 14 mil 523 empresas en México con menos de 50 trabajadores que generan el 29% del empleo. En tanto, hay 60 mil 544 empresas con más de 50 trabajadores que generan 71% del empleo.
“Esto quiere decir que no sólo no afectaríamos a las mipymes, no hay nada peor para una mipyme que un mercado interno dividido. Lo mejor es fortalecer los ingresos de los mexicanos para fortalecer a las mipymes. Si las mipymes no crecen, jamás podremos aspirar a que sean empresas institucionales o generen la posibilidad de ser exportadoras”, mencionó Carazo Preciado.