En este debate, Giang Bui, Directora de Renta Variable y Productos Cotizados (ETP) de Nasdaq, analiza el proceso de creación de ETF de bitcoin. Ofrece una excelente perspectiva de lo que está ocurriendo en la SEC desde su punto de vista y de cómo la bolsa intenta posicionarse entre sus competidores en la carrera de los ETF de bitcoin.
Forbes: ¿Cuáles son las distintas formas en que un ETF puede salir al mercado?
Bui: La mayoría de los ETF están registrados conforme a la Ley de Sociedades de Inversión de 1940. Algunos productos basados en futuros de bitcoin se comercializó con arreglo a la Ley 40, pero si se trata de un producto al contado basado en materias primas, se va a registrar con arreglo a la Ley 33, que hace referencia a la Ley de Valores de 1933.
En el caso de los productos basados en materias primas, el proceso de presentación y aprobación de normas es un poco más extenso que en el caso de los productos típicos basados en la Ley 40. Con la Ley 40, hay una serie de requisitos que deben cumplirse. En el caso de la Ley 40, se trabajó mucho con la SEC, que acaba de aprobar una norma que permite a los ETF que la cumplen salir al mercado mucho más rápidamente.
Las bolsas tienen normas genéricas para poder incluir esos productos sin necesidad de acudir a la SEC para su aprobación previa. Pero eso es diferente para un producto basado en materias primas. El bitcoin al contado se considera un ETF al contado basado en materias primas.
Forbes: ¿Cuál es un ejemplo de uno de estos ETF tradicionales?
Bui: Los ETF más estándar, como iShares 20 Plus Year Treasury Bond ETF (TLT), entran dentro de la Ley 40. Para la Ley 33, pensá en SPDR Gold Shares (GLD) o iShares Gold Trust (IAU), un producto basado en materias primas.
Forbes: ¿Por qué se creó una norma genérica para los productos contemplados en la Ley 33?
Bui: Conseguir normas genéricas para cualquier cosa lleva tiempo. El primer ETF se lanzó en 1992, y hubo que esperar hasta 2019 para obtener normas genéricas de cotización para los productos basados en la Ley 40.