La relocalización de cadenas o “nearshoring” “está ocurriendo” y ya beneficia a tres de cada 10 empresas mexicanas con un incremento de su producción en el primer trimestre de 2023, estimó el Banco de México (Banxico).
“En cuanto a impactos que ya se han materializado, 30.7 por ciento de las empresas menciona haber firmado nuevos contratos con empresas extranjeras o haber incrementado su producción debido a la relocalización”, indicó el banco central mexicano en un informe.
De acuerdo con su “Reporte sobre las Economías Regionales”, este fenómeno identificado como “nearshoring” también ha propiciado que un 29.1 por ciento contrate más personal, y ha “aumentado su uso de capacidad instalada, o aumentado la superficie de inmuebles rentada”.
Asimismo, el Banxico identificó, tras entrevistas a 467 empresarios del país, que un 27 por ciento reportó que verá aumentos o está en proceso de elevar su capacidad productiva al ampliar las plantas existentes o construir nuevas.
Otro resultado es que al menos 4 de cada 10 empresas consultadas han sostenido conversaciones sobre formas para beneficiarse por este fenómeno.
Además, un porcentaje menor (32.9 por ciento) afirmó que tiene planes para expandir su producción o incrementar la inversión.
“Los directivos empresariales confirman que la relocalización está ocurriendo. En concreto señalan que las empresas se han ido instalando poco a poco en México y que han observado mayor demanda por parte de empresas extranjeras, por lo que han incrementado su producción o planean hacerlo”, dijo el estudio del Banxico.
Los empresarios consultados también han observado mayor ocupación y construcción de bodegas y parques industriales, así como mayor demanda de espacio de oficinas.
Las compañías entrevistadas matizaron que la relocalización de la producción global en México “probablemente sea paulatina, pues la planeación y el establecimiento de empresas en un lugar nuevo son procesos costosos que llevan tiempo”.
El reporte muestra que solo 1.3 por ciento estimó que los mayores impactos se observaron antes de la pandemia, mientras que el mismo porcentaje estimó que esto ocurrió entre 2020 y 2021.
Un 10.1 por ciento refirió que los beneficios se observaron en 2022, mientras que un 21.5 por ciento de las empresas consultadas anticipó que los mayores beneficios sucederán este año.
En tanto, el 40.6 por ciento esperó que los efectos del “nearshoring” se reflejen más adelante, entre 2024 y 2025.
Para aprovechar estos beneficios, el empresariado refirió que será importante vigilar posibles desbalances entre la oferta y la demanda en el periodo de transición y promover una economía flexible.
Por último, el reporte apunta que se requiere promover un ambiente favorable para los negocios y que incentive la inversión.
“A ello podría contribuir, a juicio de las empresas contactadas, mejorar las condiciones de seguridad en el país y fortalecer la infraestructura, en especial en la región sur”, concluyó el reporte.