Mientras la tecnología no deja de avanzar, las empresas se ven obligadas a adaptar su uso para no quedar rezagadas.
Sin embargo, en este proceso de renovación tecnológica, de acuerdo con especialistas, no basta que las organizaciones integren un nuevo programa o solución; deben actualizar las reglas y procedimientos con los que tanto interna como externamente operan.
Entre las prioridades tecnológicas que deben abordar las empresas en el próximo año, cabe resaltar unas que la compañía Manage Engine compartió recientemente como “prioridades clave para 2025 que las organizaciones deben considerar para navegar en el desafiante panorama digital”.
Por principio, una de las prioridades dice que las empresas deben ampliar el uso de la inteligencia artificial (IA).
Respecto a ello, Andrés Mendoza, director técnico de ManageEngine para Latinoamérica y el sur de Europa, explicó en una reunión con medios que a medida que nos acerquemos a 2025, las empresas verán la integración de la IA desde la perspectiva de ampliar su uso y generar retorno de inversión.
Las organizaciones deberán invertir en IA para la defensa, concretó, pues también “será un gran año para la IA en ciberseguridad, con ataques cada vez más sofisticados que aprovechan justamente la IA”.
Otra prioridad para las organizaciones en 2025 será democratizar la seguridad, explicó Mendoza.
“Los encargados de la seguridad deben responsabilizarse de que la gestión de riesgos cibernéticos abarque a todos los niveles del equipo de trabajo, y no solo al nivel administrativo superior”, explicó.
Los entrenamientos continuos en ciberseguridad para todo el personal no deberán faltar en las organizaciones, añadió.
Los CIO, o encargados del área informática, por su lado, tendrán que demostrar el valor generado por las inversiones que hagan en soluciones.
Así una tercera prioridad para las organizaciones en 2025 será que los CIO se centren en los indicadores de rendimiento, dijo Mendoza.
En 2025, de acuerdo con el directivo de Manage Engine, también será necesaria una reingeniería de las experiencias de los usuarios para acelerar la transformación y el sostenimiento de las empresas.
“Este enfoque implica reimaginar la arquitectura tecnológica existente de la organización, para ofrecer mejores resultados que antes”, dijo Mendoza.
El proyecto incluye el aprovechamiento de tecnologías emergentes como la IA, y la generación de información procesable a partir de plataformas de análisis de datos, completó.
Finalmente, la última prioridad enlistada está ligada a la adopción de sostenibilidad, lo que se refiere a que en 2025 las organizaciones deberán realizar auditorías medioambientales internas, aumentando sus inversiones para explorar fuentes de energía alternativas y obteniendo créditos de carbono.
Con ello, de acuerdo con Mendoza, “las empresas podrán asegurar su posición empresarial, obtener ventajas competitivas y mejorar su eficiencia operativa en un ecosistema digital en constante cambio”.