Los recursos destinados por Pemex para pagar intereses y comisiones de la deuda en 2021 se dispararon 38 por ciento anual en términos reales, su mayor aumento porcentual observado desde 2015, de acuerdo con datos de Secretaría de Hacienda.
Durante el año pasado, este gasto sumó 147 mil 615 millones de pesos, 40 mil 936 millones más que un año atrás, resultando el mayor monto registrado desde que hay datos disponibles, a partir de 1990, de acuerdo con cifras recientemente publicadas por Hacienda.
Carlos Vázquez, investigador de deuda pública del Centro de Investigaciones Económicas y Presupuestarias, explicó que el alza está relacionada con el portafolio de deuda y riesgo de impago.
“En el caso de Pemex estamos hablando de una empresa de la cual se ha especulado mucho sobre su capacidad financiera o rentabilidad y pues esto evidentemente se ve reflejado en un mayor costo financiero o tasas de interés más altas”.
Arturo Carranza, especialista del sector energético, señaló que gran parte de la deuda de Pemex está fijada en moneda extranjera, por lo que la depreciación del peso ha provocado que registre aumentos en el pago de sus intereses.
Del costo financiero de Pemex, el 90 por ciento, equivalente a 132 mil 106 millones de pesos, correspondió al pago de deuda externa.
Pero para Carranza el trasfondo de la situación financiera de la petrolera es que, como consecuencia de su modelo de negocio, se ha endeudado para financiar sus proyectos, debido a que sus ingresos son insuficientes.
Para hacer frente a esa deuda, explicó, ha recurrido al refinanciamiento con tasas de interés elevadas, que son consecuencia de la reducción en su calificación crediticia por parte de las agencias calificadoras.
El 6 de junio de 2019, Fitch Ratings recortó la calificación de deuda de Pemex a grado especulativo, o “basura”, acción a la que se sumó Moody’s el 20 de abril de 2020.
Te puede interesar: Vulnerabilidad financiera: Pemex adeuda más de 53 mil millones
Víctor Gómez, analista económico y catedrático del ITAM, agregó que las tasas de interés de la deuda de corto plazo de la petrolera también se están viendo impactadas por los cambios en política monetaria.
“En la medida en que la deuda de Pemex cada vez es más dependiente de condiciones de corto plazo, porque así la han estructurado recientemente, entonces los incrementos de corto plazo derivados de la política monetaria más restrictiva van a pesar sobre las condiciones de refinanciamiento de la deuda de Pemex”.
A diferencia de Pemex, la CFE, que aún tiene el grado de inversión, redujo en 2021 su costo financiero en 19 por ciento real, es decir, pagó 4 mil 781 millones de pesos menos que en 2020.
Al respecto, Vázquez señaló que aunque la CFE todavía presenta condiciones financieras relativamente buenas, de aprobarse la contrarreforma energética, las finanzas de la empresa estatal podrían verse presionadas por un alza en costos de la misma y una mayor necesidad de inversión.
En el caso del Gobierno federal, el pago de la deuda en 2021 sumó 538 mil 764 millones de pesos, 13 por ciento anual real menos que un año atrás y su mayor contracción desde 1998.
En términos totales, el costo total del Sector Público -que incluye Gobierno federal y empresas productivas del Estado (CFE y Pemex)- observó una reducción de 5.5 por ciento.