Los estados que reciben más remesas como proporción de su PIB registran una mayor presión inflacionaria, señaló Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base.

De acuerdo con un análisis de la firma, los estados que concentraron más remesas respecto a su PIB en el 2023 fueron: Chiapas, con un 16.37 por ciento; Guerrero, con 14.20; Zacatecas, con 11.75; Michoacán, con 11.25, y Oaxaca, con 10.28 por ciento.

Así, el promedio anual de la inflación de estas entidades se ubicó en 5.50 por ciento en Chiapas, 3.17 en Guerrero, 4.43 en Zacatecas, 5.96 en Michoacán y 4.78 en Oaxaca.

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En abril de este año, la inflación a tasa anual de estas mismas entidades se ubicó en 4.83 por ciento Chiapas, 2.93 en Guerrero, 4.65 en Zacatecas, 4.98 en Michoacán y 5.28 en Oaxaca.

A excepción de Guerrero, la tasa de inflación en el resto de esos estados fue mayor o en línea a la inflación promedio nacional de 4.65 por ciento.

“Los estados que reciben remesas sí ven mayores presiones inflacionarias… hay estados como Oaxaca, por ejemplo, que las remesas representan más del 10 por ciento del PIB y por eso son estados que sufren de una alta inflación”, expuso Siller.

Explicó que estos recursos generan presiones inflacionarias porque llegan del exterior y no se produce en esas entidades.

“Siendo estados con una baja actividad económica, deberían tener una baja inflación.

“Más bien deberían generarse en México las oportunidades con mayor crecimiento del empleo formal para que se produzca aquí (el recurso) y se pague aquí; es como va funcionando la economía”.

En el caso de Guerrero, que registra una baja actividad económica y que las remesas representan el 14.20 por ciento del PIB, dijo que tiene una baja inflación debido a que no ha tenido una reactivación eficiente, luego de que fue afectado por el huracán “Otis” en octubre del 2023.

Añadió que la mayor proporción de remesas respecto al PIB puede afectar también al mercado laboral “generando incentivos perversos para que las personas no salgan al mercado laboral”.

En contraste, en el caso de Nuevo León la cantidad de remesas que recibió en el 2023 representó el 1.08 por ciento de su PIB y el promedio anual de su inflación fue de 4.16 por ciento.

“En el caso de la inflación (en el Estado) es alta en buena parte porque que tiene que ver con inflación importada por los consumos que se dan y la actividad económica que está por encima de la media nacional y esto genera presiones inflacionarias”.

Agregó que la expectativa para este año es que las remesas que se capten a nivel nacional perderán su poder adquisitivo en 4.66 por ciento.

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