En 2011, cuando México adquirió sus reservas en oro, valía solo 4 mil 500 millones de dólares. Pero conforme pasaron los años, ganaron valor y hoy están a niveles históricos por los precios récord del metal precioso.
Entre enero y octubre de 2025, el valor de las reservas en oro de México aumentó 53 por ciento por los precios récord e históricos alcanzados del metal precioso, el cual es usado por los inversionistas como refugio ante la incertidumbre provocada por la guerra comercial de Donald Trump y otros conflictos geopolíticos.
Al 31 de octubre de 2025, la economía mexicana tenía 15 mil 491 millones de dólares de reservas en oro, cuando el último día de 2024 sólo poseía 10 mil 091 millones de dólares, según el Banco de México (Banxico).
México es el tercer país de América Latina con las mayores reservas en oro, con 120 toneladas del metal precioso, que lo blinda de cualquier disrupción financiera como la guerra arancelaria y cualquier problema geopolítico.
Venezuela era y es la nación con más oro en sus reservas internacionales, con 161 toneladas del metal hasta junio de 2018. Desde entonces no se sabe si ese commodity está en manos del gobierno de Nicolás Maduro o en algún banco británico.
Brasil es propietario de 129 toneladas de la piedra preciosa usada como refugio por los inversionistas y el banco central.
Entre el año 2000 y 2010, México tuvo entre 3.1 toneladas y 7.1 toneladas de oro en sus reservas internacionales del banco central.
En el primer trimestre de 2011, fue cuando el Banco de México adquirió 100 toneladas de oro, como parte de una operación para diversificar las reservas internacionales.
Por tal compra, México hizo un desembolso de 4 mil 500 millones de dólares a su precio de mercado de ese momento. Un año después, compró otras 20 toneladas de oro y desde entonces a la fecha ha mantenido el metal precioso en Londres, Estados Unidos y otras naciones.
En el último año, la onza de oro ha subido más de 63 por ciento por la aversión al riesgo generada por la guerra de aranceles de Donald Trump, según ActivTrader, la plataforma de trading de ActivTrades.
Al 29 de diciembre de 2025, el metal precioso cotizaba en 4 mil 433 dólares en el mercado de Nueva York, cuando en igual día del año pasado valía 2 mil 640 dólares. Con esas ganancias, el 2025 se perfila para tener las ganancias más altas desde 1979. El oro es el activo considerado como el mejor refugio.
Los aranceles elevados sobre importaciones canadienses y las posibles tarifas sobre productos europeos han aumentado la ansiedad de los inversores, incrementando la volatilidad en los mercados bursátiles y provocando una huida hacia activos refugio como el oro.
Esta situación es crucial para los operadores, ya que afecta los precios de las acciones, los movimientos de las divisas y las políticas de los bancos centrales. El resultado de las negociaciones comerciales en curso será determinante para moldear el sentimiento del mercado y el crecimiento económico futuro.
“El metal precioso sigue en camino de registrar ganancias cercanas al 70 por ciento en 2025 y, tras haber alcanzado un nuevo máximo histórico al cierre de la semana pasada, es natural observar una toma de beneficios de cara al final de año”, dice Ricardo Evangelista, analista financiero de ActivTrader.
Recuerda que un ligero repunte del dólar estadounidense, junto con un moderado optimismo desde la Casa Blanca respecto a las perspectivas de un alto el fuego en Ucrania, limitó el potencial alcista del lingote de oro.
“La perspectiva para el metal precioso sigue siendo positiva, respaldada por las expectativas de una Reserva Federal con un tono más dovish, intensificadas por el continuo escrutinio político de la administración Trump, así como por la persistente demanda de activo refugio impulsada por la incertidumbre geopolítica y económica”.
Paula Chaves, analista de mercados financieros de HF Markets, dice que el oro vuelve a ocupar el centro de la escena tras registrar nuevos máximos históricos, confirmando que el movimiento actual no es un evento aislado, sino parte de un proceso más amplio que combina señales técnicas claras con un trasfondo macroeconómico favorable.
“El metal precioso desarrolló un patrón de lateralidad de seis sesiones consecutivas, una fase de consolidación que suele preceder a movimientos direccionales de mayor magnitud”, explica la analista.
“Algunas estimaciones sitúan al metal en niveles cercanos a 6 mil para 2026, mientras que escenarios de más largo alcance contemplan precios incluso alrededor de 10 mil en años posteriores”.
Estas proyecciones refuerzan la idea de que el oro se encuentra inmerso en un macrociclo alcista de aproximadamente 12 años, iniciado tras la pandemia y que podría extenderse hasta cerca de 2030, concluye Paula Chaves.









