El SAT publicó una nueva resolución miscelánea en la cual concede una prórroga de dos meses más a las empresas del país para que puedan seguir facturando hasta el 30 de junio de este año con la versión 3.3 que se utilizó el año pasado, en lugar de que utilicen la nueva versión 4.0, cuya puesta en vigor estaba programada para el primero de mayo.

Domingo Ruiz López, presidente de la Comisión Fiscal de la Coparmex Nacional, expuso que el plazo continúa siendo totalmente insuficiente y que la obligatoriedad de la facturación 4.0 debería de entrar en vigor hasta el primero de enero de 2023.

El fiscalista indicó que sobre todo las grandes firmas que se dedican al comercio al menudeo, todavía no están listas para la facturación 4.0, porque el cambio implica modificaciones muy profundas para el manejo de un cúmulo importante de datos y deben desarrollar nuevo software.

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Jorge Ayax Cabello, presidente de la Comisión Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de Saltillo, apuntó que “el SAT se ha tardado en establecer los manuales y los ha borrado, además los han actualizado múltiples veces, lo que genera inseguridad jurídica para los contribuyentes”.

Reconoció que el software de facturación del SAT ha fallado, además, los constantes cambios que ha hecho el fisco dificultan su implementación.

Ruíz detalló que la dificultad de la nueva facturación 4.0 descansa en modificar el software, por una parte, y por otra, la cultura para los clientes, ya que si alguno da mal su código postal, que no es el que tiene registrado en el SAT, va a marcar error y no se va a expedir la factura.

Insistió que los contribuyentes deben cargar bien sus datos fiscales, porque de otra forma ya no se podrá emitir el documento.

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