Vahid Karaahmetovic
Las preocupaciones sobre una posible crisis de deuda en Estados Unidos aumentaron después de que Moody’s (NYSE:MCO) rebajara la calificación de la deuda del gobierno estadounidense y los rendimientos de los bonos de Japón se dispararan, enviando ondas a través de los mercados globales.
El S&P 500 cayó 1.61%, impulsado principalmente por una subasta de bonos del Tesoro a 20 años mal recibida.
Además, los rendimientos en el extremo largo de la curva del Tesoro estadounidense están subiendo. El rendimiento del bono a 30 años superó el 5.00% por primera vez desde octubre de 2023, activando alarmas en la prensa financiera.
Aunque el rendimiento a 10 años permanece por debajo del máximo del año pasado, la presión está aumentando, advierte la firma de investigación de mercado Yardeni Research.
Parte de la ansiedad proviene del impacto fiscal del “Gran y Hermoso Proyecto de Ley” del presidente Trump. La deuda nacional ha alcanzado un récord de 36.2 billones de dólares, con 28.6 billones en valores negociables en manos del público.
La Oficina de Presupuesto del Congreso estima el costo potencial del proyecto en 2.3 billones de dólares durante la próxima década, mientras que el Comité para un Presupuesto Federal Responsable advierte que podría alcanzar los 5.7 billones si se extienden los recortes fiscales temporales.
Esta expansión fiscal, combinada con los aranceles existentes, podría alimentar la inflación, aunque se espera que los precios más débiles de la energía la moderen. El modelo de Inflación Nowcasting de la Fed de Cleveland prevé que el IPC general de mayo aumente solo un 0.12% mensual, con una inflación subyacente del 0.23%.
Los observadores del mercado se preguntan si los inversores de bonos —los llamados Vigilantes de Bonos— forzarán el rendimiento a 10 años muy por encima del 5.00%. Tal movimiento podría señalar problemas más profundos.
“¿Es inminente una crisis de deuda del gobierno estadounidense?”, preguntó Yardeni Research en una nota reciente. “Es posible, especialmente porque los aranceles ya implementados por Trump probablemente aumentarán la inflación en los próximos meses”.
Sin embargo, hay palancas que los responsables políticos pueden activar. El Tesoro podría desplazar más emisiones hacia letras a corto plazo, una estrategia denominada “Control de la Curva de Rendimiento por el Tesoro (YCC-T)”. Si fuera necesario, la Reserva Federal podría intervenir con una renovada Flexibilización Cuantitativa para estabilizar los mercados.
Una crisis de deuda, si llega, puede no significar un desastre. Como señala Yardeni, “Una crisis de deuda no tiene por qué ser una calamidad si obliga a Washington a poner la política fiscal estadounidense en un curso sostenible creíble”.