José Domingo Figueroa Palacios, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), aseguró que el súper peso está golpeando a las exportaciones, al turismo extranjero y a las remesas de mexicanos radicados en el exterior, que envían todos los días a México. 

“Si bien la apreciación cambiaria tiene aspectos favorables, debe alertarse sobre los factores perniciosos (porque) afecta en forma importante la actividad exportadora, desalienta el turismo extranjero, así como afecta a las remesas ya que su equivalente en pesos se ve disminuido”, declaró el representante empresarial.

Agregó que el súper peso puede generar expectativas negativas acerca de la sostenibilidad de un tipo de cambio tan apreciado.

Un colapso de expectativas de la fortaleza del peso frente al dólar podría propiciar una fuga de capitales en México, expresó durante la presentación de las perspectivas económicas para 2023 y 2024.

Los economistas del IMEF pronostican que la economía mexicana crecerá más de 2%, así como la inflación terminará en 5 por ciento, la tasa de interés concluirá en 11.25% y el tipo de cambio cerrará en 19 pesos por dólar.

Entre los principales factores que han propiciado un mercado cambiario con un súper peso son la depreciación del dólar americano frente a otras monedas en el mundo, así como hay exceso de liquidez mundial, recordó José Domingo Figueroa Palacios.

Otros factores que le han dado fortaleza al peso mexicano son el significativo diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos, favorecido por los movimientos del Banco de México, así como los altos flujos de remesas, inversión extranjera y exportaciones mexicana, añadió el presidente del IMEF. 

“Ha mejorado el panorama de corto plazo para el crecimiento en relación con el que se tenía estimado previamente”, manifestó. 

“La encuesta más reciente del IMEF indica que es muy probable que la economía mexicana crezca a un ritmo de alrededor de 2% en 2023”, apuntó.

El representante del organismo expresó que el dinamismo económico procede del consumo y de una relativa recuperación de la inversión privada: “Ésta última apenas está alcanzando los niveles anteriores a la pandemia, pero sigue por debajo del promedio de los años 2012-2018”.

Las exportaciones han procedido a un ritmo más lento, debido a la persistente apreciación del tipo de cambio, concluyó José Domingo Figueroa Palacios.

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