Parafraseando a una de las famosas canciones de Marco Antonio Solís, El Buki, los veracruzanos bien podrían preguntarse adónde van a parar los recursos públicos a cargo del gobierno del estado, si se toma en cuenta que muy poca gente ha podido conocer la ubicación de la obra pública que Cuitláhuac García dice haber realizado en su gestión.

La preocupación por las escasas obras y acciones de este gobierno y la duda por el uso adecuado de los recursos se hizo mayor desde el anuncio de un préstamo por dos mil millones de pesos en este año y se volvió a recordar el martes pasado con una noticia sobre los recursos federalizados transferidos a Veracruz que, de acuerdo con esa información periodística, para esta entidad y para Durango no han sufrido merma alguna a causa de la contingencia por el Covid-19.

El Economista y otros periódicos nacionales dieron a conocer el comportamiento del gasto federalizado del primer trimestre de este año, que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público transfiere a estados y municipios en fondos denominados como participaciones, aportaciones, protección social en salud, convenios y subsidios, entre otros rubros. 

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Según el registro que se lleva desde 1990, este 2021 es el año en que el gasto federalizado ha tenido la peor caída en su historia, equivalente a – 8.2 por ciento en promedio, y donde la Ciudad de México ha recibido la menor cantidad, un asombroso -15.5%.

Según la estadística de treinta y un años de esa dependencia federal, en esas tres décadas las mayores reducciones (números negativos) han sido en cuatro ocasiones: en 2007 con -3.0%; en 2009 con -0.7%; en 2013 con -8.0% y en 2021 con -8.2%.

El informe señala que la contingencia de salud ha motivado una caída histórica en la disposición de recursos. Pero a diferencia de las demás entidades federativas, cabe resaltar que Veracruz no fue afectado ya que recibió casi lo mismo que el año pasado, incluso con un incremento microscópico del 0.02%. Tampoco fue afectado Durango, entidad que se llevó la mejor cifra, con un 6.2% más. 

La importancia del gasto federalizado, es que estos recursos significan el 84.6 % de los ingresos que cada año llegan a los presupuestos de las entidades federativas. También representan el 71.7% de los ingresos municipales.

Esto quiere decir que Veracruz ha contado con recursos presupuestales suficientes para cumplir con los compromisos programados en su gobierno. Y si a ello se suma el importe de los préstamos bancarios contratados, como el reciente aprobado de dos mil millones de pesos, se puede concluir con certeza en que la tesorería estatal no ha estado en crisis financiera.

La pregunta clave, al estilo Buki, es entonces la siguiente: ¿Adónde van a parar los recursos públicos de Veracruz?

En el tercer año de gobierno estatal, y en el mes 31 que está corriendo, la sociedad considera que ya es hora de que los cuitlahuistas rindan un informe claro, detallado y preciso, y no precisamente por Facebook junto a las sentidas manifestaciones emocionales de los adolescentes, las insistentes promociones comerciales de las nenis y los demás emprendedores, la problemática de las mascotas y animales de la calle, las interminables listas de memes y chistes divertidos y las sesudas reflexiones o pronunciamientos religiosos, electorales o políticos.

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