La séptima visita de López Obrador a Veracruz durante sus primeros seis meses de gestión presidencial muestra la importancia que el estado tiene en su proyecto político. Los más de ocho millones de veracruzanos proporcionan los votantes necesarios para integrar uno de los tres padrones electorales más amplios del país, solo superado por EDOMEX y CDMX.
Veracruz es una de las entidades federativas que más ha recorrido Andrés Manuel en su vida. El mandatario nacional ha dicho varias veces que en la cuenca del Papaloapan tiene sus raíces familiares.
El fin de semana estuvo en Coatepec y Yanga para entregar apoyos gubernamentales y también llegó al puerto a la conmemoración anual de la Marina.
Casi al principio de su mandato, el presidente anunció una gran inversión de la empresa Nestle en Coatepec. Los productores de café le manifestaron que no era tanto el beneficio que traería esa trasnacional. Desde entonces el gobierno federal y el estatal han insistido en la relevancia económica de esa cuantiosa inversión en dólares.
El evento del viernes por la tarde en el pueblo mágico de Coatepec sirvió para impulsar la producción de café y apoyar con subsidios a los sufridos integrantes de ese sector. También fue utilizado para que los activistas ambientales de LAVIDA obtuvieran el compromiso del gobernador de que no se apoyarán los proyectos mineros y de hidroeléctricas que destruyen los ecosistemas.
El sábado el presidente fue a Yanga a entregar los primeros apoyos monetarios al sector cañero de la nación, que no termina de conseguir los precios por tonelada que ellos necesitan para sacar adelante a sus familias.
Antes estuvo en el evento con la Marina. Subió al buque Papaloapan y pronunció las acostumbradas palabras de reconocimiento a la Armada.
Tres aspectos resaltaron de esta séptima visita. El primero, la comprobada aceptación social y política que se logra con la entrega de recursos económicos a la población. Ojalá que la tesorería nacional siempre cuente con los montos financieros requeridos para mantener esta medida populista con motivaciones justicieras. Insistir en la entrega de dinero, necesariamente lleva a la fácil obtención de simpatías.
Otro aspecto que llama la atención es la estrategia de confrontación y exigencia de recursos que aplica la organización Antorcha Campesina para hacerse presente ante el morenismo. Es posible que sus afanes opositores enseñados en estos tiempos lleven a sus militantes a convertirse en partido político, como único formato de supervivencia. Sobresale la actitud desinteresada del ejecutivo ante este tipo de manifestaciones. Casi, casi, un hagan lo que quieran, que no pasa nada, porque “nosotros venimos de la calle y también sabemos gritar”.
Y el último aspecto observado en esta séptima gira, destacado por lo que implica, es la reiteración del discurso de la honestidad y eficacia de Cuitláhuac García, que machaca incisivo López Obrador en su encuentro con los jarochos. Utilizando su voz como poderoso ariete, AMLO quiere fracturar cualquier indicio o crítica contra el gobernante veracruzano. Un firme ariete verbal que pretende destruir cualquier resistencia.