En su conferencia mañanera del miércoles pasado, el presidente López Obrador informó que presentará una iniciativa de reforma a la Ley del Seguro Social con objeto de aumentar las pensiones de los trabajadores retirados. En el evento en palacio nacional estuvieron presentes el secretario de hacienda, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial y la dirigencia de la CTM.
La modificación al sistema de pensiones ha sido una recomendación constante de organismos internacionales, del IMSS, de la Auditoría Superior de la Federación y de diversos grupos empresariales. Las leyes mexicanas obligan al estado a otorgar una pensión mínima garantizada al trabajador cuando se retira, la cual debe ser equivalente a un salario mínimo mensual y no puede ser menor. En las condiciones actuales, los trabajadores en retiro estarían condenados a recibir importes demasiado bajos, en comparación con el último sueldo devengado.
El problema tiende a crecer si persisten las insuficientes tasas de aportación que empleadores y trabajadores deben entregar al sistema de ahorro para el retiro (SAR). Con los rendimientos de este momento, el trabajador sufriría una merma muy considerable a la hora de retirarse.
En la propuesta de reforma para capitalizar el agotado sistema, negociada con los representantes de la iniciativa privada, el empleador asume el costo financiero, ya que aportará el 13.87%, en lugar del 5.15% del total que hasta ahora paga como salario al trabajador. Con ello, según el gobierno federal, se asegura que, al momento del retiro, el empleado u obrero tenga un 40% más de pensión, en promedio, de lo que en este instante recibiría.
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En regiones más avanzadas en el manejo de las pensiones, los empleadores de países como España, Portugal, Italia y Brasil, aportan más del 20% del sueldo del trabajador. En Chile, país precursor del ahorro para el retiro, hace pocos años el porcentaje se elevó al 14%.
En nuestro país, como en muchos otros, el sistema de pensiones se sustenta en la aportación tripartita (empleador, trabajador y Estado), pudiéndose incrementar las cuentas individuales con el ahorro voluntario de los beneficiarios, pero que en México lamentablemente es bajo o nulo.
Después del incremento del año anterior a los salarios mínimos, con esta medida en torno a las pensiones vía SAR, Andrés Manuel López Obrador se convierte en el presidente que actúa con mayor humanismo y justicia social en beneficio de los trabajadores mexicanos y es justo reconocerlo.
