El aumento a las gasolinas a partir de este mes perjudicó a la población y dejó grandes beneficios a algunos actores políticos. Puede decirse que hundió al presidente Enrique Peña Nieto, al tiempo que elevó los bonos de Andrés Manuel López Obrador, que a diferencia de otras ocasiones, esta vez dejó a un lado su estridencia declarativa.

Otro sector beneficiado fue el de los empresarios de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), quienes dignamente se opusieron a firmar el pacto de apoyo a la economía que propuso este lunes el presidente de la república para hacer frente al rechazo nacional por el gasolinazo. Este hecho recordó los estilos políticos de Manuel Clouthier, el fallecido ex candidato presidencial en 1988, quien en esa época dirigió dicha agrupación de derecha.

En el caso de López Obrador, aunque le están adjudicando la organización de los saqueos a supermercados ocurridos la semana pasada, el aumento a las gasolinas ha mejorado la percepción pública sobre el político tabasqueño. Por lo que está sucediendo ahora en el país, la población recordó una de sus frases célebres durante el debate presidencial de 2012, precisamente ante Peña Nieto: “No nos dejemos apantallar, nos pueden llevar al despeñadero”.

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Con respecto a la COPARMEX, este martes presentaron una contrapropuesta al pacto presidencial, proponiendo firmar el próximo 5 de febrero. Su oposición a ese pacto, calificada como una afrenta al presidente, fue por considerarlo a destiempo, insuficiente y elaborado a la carrera.

Los puntos de su contrapropuesta fueron agrupados en tres temas: Impulsar la economía familiar y el empleo; Mejorar las finanzas públicas y la estabilidad macroeconómica y Promover el estado de derecho y el combate a la corrupción.

Dentro de las fórmulas que proponen para el fortalecimiento de la economía, están varias que tienen que ver con el combate a la pobreza y su respaldo al trabajo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), que había sido ninguneado en julio de 2016 por el INEGI, que sin acordarlo con nadie, cambió a su criterio los procesos de medición de pobreza, con lo que intentó “eliminar” 11 millones de pobres del país, situación que le acarreó severas críticas nacionales e internacionales.

En relación a este punto, resalta la propuesta de eliminar la mitad de los 37 programas sociales que se duplican –observados por esa institución de evaluación–, además de los programas clientelares como el de los comedores comunitarios, en los que se pretende gastar este año 200 mil millones de pesos.

Proponen también la elaboración de un padrón único de programas sociales federales y estatales y también actualizar las mediciones de CONEVAL con datos comparables con el año 2014 –que fueron interrumpidas por aquel “malentendido” del INEGI–, que permitan fijar metas anuales para erradicar la pobreza extrema.

Otra medida que proponen es la de aplicar sanciones fiscales a los estados que no cumplan con la implementación de los sistemas locales anticorrupción, así como la de fijar un calendario definitivo para solventar observaciones de la Auditoría Superior de la Federación, deteniendo la entrega de recursos federales a los programas que presenten irregularidades.

Al observar el listado completo de las propuestas de la COPARMEX, se percibe que no únicamente están enfocadas a mejorar la economía, sino también a dar un orden a la aplicación de los recursos públicos en el país, enfatizando la lucha anticorrupción.

Considerando lo anterior, puede afirmarse que el gasolinazo hizo tambalear al presidente de la república y a su partido, beneficiando a otros, principalmente a MORENA y al PAN.

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