Varias encuestas de tinte morenista en suelo jarocho señalan que ese partido tiene a su favor la intención de voto en casi todo el territorio. Y más en lo que se refiere a las diputaciones federales, donde afirman que solo cuatro distritos serán para la oposición. En el tema de las alcaldías, el partido guinda pretende llevarse el triunfo en la capital del estado y en el municipio de Veracruz, además de conservar a Coatzacoalcos y Poza Rica. 

Los estrategas del gobierno mueven fichas y conciencias con el fin de restar votos al PAN, la única oposición real en esta entidad. La otra oposición importante es la de la creciente población indecisa. Eso explica varias candidaturas del partido de Dante Delgado, del verde, del PT, de los partidos de nuevo cuño y algunas otras del propio morenismo, enfocadas a jalarse a adeptos azules inconformes con los Yunes y con su dirigencia estatal. 

Así es como se explicarían casos como el de Raúl Arias Lovillo, Ricardo Exsome o la Nena de la Reguera, candidatos en Xalapa, Veracruz y Boca del Río, entre otros. Además de conservar las posiciones del congreso de la unión, el cuitlahuismo desea destrozar el crecimiento en las simpatías y conveniencias hacia el grupo del estero de Boca del Río, el de los Mancha o el de Tantoyuca. MORENA necesita pulverizar de una vez a la oposición, pero no es una empresa fácil, además de que el régimen obradorista comete errores imperdonables que la sociedad califica y toma en cuenta. 

 Al PRI ya todos lo consideran destruido y se mueve temeroso como el perro atropellado en la carretera. Salvo el caso de Juan Manuel Díaz Francos y Pepe Yunes en Orizaba y Coatepec y otros dos o tres bastiones menores, saben que Renato Alarcón, Adolfo Mota y Américo Zúñiga están a un paso de la derrota. Pocos aprueban esas continuidades ofensivas con respaldos culposos. El rescate del año lo haría David Velasco, quien con apoyo familiar prepara alforjas para sustentar el camino priista a la alcaldía de Xalapa, ignorando encuestas prefabricadas. Ricardo Ahued se limpia y vuelve a limpiar con obsesión, consciente de errores fatales y publicidades sin sustento. 

En Coatzacoalcos, Carlos Vasconcelos tampoco cree en las encuestas y siente que el enemigo mayor de Amado Cruz es el incesante trabajo mediocre del alcalde morenista.

De los partidos jóvenes, hay que seguir la huella de Ignacio García Leyva en Actopan y de Luis Sergio Leyva en Emiliano Zapata. No es el caso de Uriel Flores en Xalapa, porque los que lo conocen ya descubrieron su incongruencia ética y política y sus vaivenes con motivaciones patriarcales y nepotistas.

Habrá que ver lo que ocurre en municipios donde las dinastías familiares tienen la fuerza y el poder económico para comprar los cargos. Al puerto cuatro veces heroico, lo quieren hacer municipio siempre yunista. Veremos si Mario Chama en Teocelo y su colega la alcaldesa de Xico, logran sacar adelante a sus cachorros e inscribirse en la exitosa escuela política del cinismo sucesorio al estilo Pánuco y Boca del Río.

Sobre el OPLE de Alejandro Bonilla, hay que considerar que este organismo autómata camina con cuidado y disciplina siguiendo el desdibujado ritmo que le imprimen desde palacio de gobierno. Los candidatos en casi todos los municipios andan por la libre y con chequera abierta, haciendo precampañas o intercampañas masificadas, a toda voz y en público, como si no existiera ningún tipo de reglamentación. 

Aunque MORENA siente que se lleva el 70 % del triunfo veracruzano, los candidatos y los votantes aseguran que mostrarán su fuerza el 6 de junio venidero.

La reflexión para decidir, cuáles son las mejores mujeres y hombres, dependerá del interés y el ojo ciudadano, así que lo mejor será no adivinar lo que vamos a saber. Las predicciones de escritores orgánicos son manipulables. 

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