El coronavirus denominado COVID 19 ha llegado a México y a sus entidades federativas. Veracruz no es la excepción. Y debemos recordar que es uno de los estados más poblados del país, uno de los de mayor economía, uno de los que más migrantes envía al extranjero y uno de los más visitados por turistas.

Desde China llegó a Italia, a España, a Estados Unidos y a muchos otros países. En México desde hace quince días comenzaron los rumores de que había personas infectadas con el virus. 

El fin de semana pasado las autoridades del gobierno decidieron modificar el discurso irresponsable que venían manejando. Han observado actitudes de alerta, precaución y contención. Han enviado a su casa a los estudiantes a partir del 20 de este mes de marzo, hasta el 20 de abril próximo. Suspendieron también los eventos masivos y las aglomeraciones deportivas y artísticas. Han desalentado la reunión de personas y hasta la tramitología burocrática. Se promueve el trabajo desde el hogar, en la medida que esto sea posible.

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Palabras Claras y otros medios de comunicación han informado la aparición de casos críticos en el país y en Veracruz. No puede fabricarse una burbuja o una nube para que no trasciendan estos eventos desafortunados. Existe un derecho a la información y un deber de difusión por los diversos canales.

No informar los casos complicados ayuda a desorientar y a que no se esté alerta al peligro, como también perjudica la exageración de noticias sin fundamento.

Lo que se observa en el panorama es que si llegan a agravarse las cosas, la opinión desfavorable se va a juntar con la opinión negativa que arrastra el sistema de salud del país, incrementada por el despido de personal y por la insuficiencia de medicamentos, debido a controles exagerados impuestos por aquella celebre señora Buenrostro, que ahora está en el SAT.

Pero siempre es mejor que exista información real a cargo de las instituciones autorizadas. 

Por lo pronto, el domingo un padre de familia responsable del Puerto de Veracruz confirmó, vía redes sociales, el contagio de una de sus hijas con reporte de viaje a España. También se comenta que en comunidades pequeñas están regresando personas que trabajaron en países como Estados Unidos o incluso en China. No sería ocioso que las dependencias responsables dieran seguimiento a esos trabajadores que volvieron al terruño.

Hasta el día de ayer la cifra de decesos en todo el mundo supera los 5 mil y la de los recuperados 65 mil, y estaban contagiadas 170 mil personas, en 150 países. En México se contabilizaban 82 infectados y se habla de dos personas en estado crítico. En Veracruz aún no se tienen contagiados, según los datos de la Secretaría de Salud.

El coronavirus es un tema sensible y peligroso, al que todos debemos atender con seriedad. En lo individual, en lo familiar y social debemos aplicar las medidas de contención necesarias. 

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