Conforme a lo que dispuso el presidente López Obrador, se verificó ayer un regreso a clases en las escuelas del país. La disposición se vio cumplida parcialmente y un moderado porcentaje de familias apoyó ese regreso a las aulas. El temor es natural debido a que el virus y su mortalidad acechan a todas las clases sociales, aunque los más afectados siempre serán aquellos que dispongan de menores recursos económicos para afrontar el contagio. 

Se tienen cifras oficiales y otros datos que proporcionan organismos e instituciones mundiales y nacionales con una conclusión funesta: los muertos reales supera las cifras que las autoridades comunican a la población.

A los hospitales de las principales ciudades del estado están llegando los nuevos casos confirmados que se han complicado en la tercera ola. Pero son muchos los que adquirieron el virus y como no han sufrido complicaciones mayores se están atendiendo en sus domicilios con apoyo de médicos particulares.

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Hasta el 18 de julio pasado, las cifras actualizadas de la página oficial en el estado señalaban que Veracruz acumulaba 10,346 muertes; 71,611 casos confirmados y 11,609 casos sospechosos. Al día de antier las cifras cambiaron de la forma siguiente: 11,872 muertes: 102,760 casos confirmados y 12,693 casos sospechosos. Más de 1,500 defunciones en tan sólo 41 días de diferencia.

El municipio de Veracruz alcanzó 1,994 defunciones y Xalapa tiene 1,026, mientras que Coatzacoalcos acumula 956. En el tema de los casos sospechosos, Coatzacoalcos alcanza los 2,634, Veracruz los 1,402 y Poza Rica 1,321. Respecto a los casos confirmados desde el inicio de la pandemia, el puerto de Veracruz ha acumulado 21,511, constituyendo el epicentro estatal.

En este momento, 169 municipios veracruzanos están en máximo riesgo epidémico y 42 en riesgo alto.

De persistir estas tendencias tan negativas, la sociedad tendría que considerar si expone a sus hijos a continuar con las clases presenciales. Ojalá y que los niños y jóvenes que volvieron al salón de clases, tengan la conciencia de no caer en la insana distancia y en el olvido de las medidas de sanidad recomendadas, como es el lavado frecuente de manos.

El presidente López Obrador señaló hace pocas semanas que el ritmo que se tiene ahora, asegura que para el mes de octubre de este año toda la población mayor de edad estará vacunada. Ayer mismo se estaba informando que se están reduciendo los contagios de esta tercera ola. Todo mundo está preocupado porque no se siga afectando a la economía nacional y la productividad, pero la realidad es que con la salud no puede jugarse. 

Las autoridades estatales y municipales de Veracruz tendrán que hacer un esfuerzo para promover con mayor ahínco las medidas de contención, sana distancia y vacunación en la población. Pero tendrán que ser las propias familias las que deberán mostrar el cuidado y la actitud preventiva hacia el interior de ellas.

Ya llegaran tiempos menos peligrosos para retomar la vida normal de los años previos a la pandemia, que todo mundo añora. Por ahora, el virus acecha a toda la sociedad mundial.

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