La semana pasada, cuando el gobernador anunció los últimos veinte millones de pesos recuperados de los exfuncionarios duartistas, muchos pensaron que estaba por venir otro golpe mediático y que este tenía relación con dos encumbrados primos del norte del estado, que hasta ahora no han resentido los embates del gobierno yunista del cambio. Lo que les han hecho, ha sido como quitarle pequeñas plumas a dos pájaros de cuenta.

Uno de ellos es Gabriel Deantes, a quien algunos avezados columnistas señalan como una de las adquisiciones estratégicas de este gobierno. El otro, es el que lo trajo a Xalapa desde Pueblo Viejo, su primo Alberto Silva. Ambos, personajes consentidos y beneficiados por la pareja de la abundancia.

De Gabriel Deantes Ramos, desde el 18 de enero de 2016 Palabras Clarasdesveló con todo detalle y con las pruebas correspondientes, la manera en que el exoficial mayor de la SEV y ex secretario de trabajo fue enriqueciéndose, gracias a los cargos que ocupó en los últimos años en Veracruz. En la publicación Gabriel, el de antes y el de ahora, se mencionaron cuentas bancarias y propiedades diversas, que el afortunado tipo concretó en brevísimo tiempo, y que no fueron por herencias familiares, como alguna vez justificó.

Anuncios

En el caso de Alberto Silva Ramos (el mejor compadre de Javier y Karime), beneficiado con una jugosa alcaldía en Tuxpan, y después con la Secretaría de Desarrollo Social y la Coordinación de Comunicación Social, el tuxpeño tuvo la suerte de afianzar una protectora diputación federal que le da fuero hasta el 31 de agosto venidero.

Con tantas evidencias en su contra y aun con su aportación voluntaria “en trabajos electorales”, todo hace pensar que en las próximas semanas Deantes no podrá mantener a flote sus irregularidades y caerá en el reclusorio, al no funcionarle su esquema defensivo por la vía de los amparos.

Misma suerte que espera al célebre Cisne Silva, quien desde los meses iniciales del duartismo, fue identificado como el creador y operador de la intensa campaña de desprestigio contra Yunes Linares, y en la que gastó cifras astronómicas que fueron graciosamente distribuidas a diferentes políticos y periodistas afines al régimen duartista.

Después de observar la mediática Trama Karime, y ante la dificultad de concretarla jurídicamente en corto plazo, es posible que Gabriel y Alberto sean los actores principales de la película que viene, que bien podría titularse: Tiempo de primos y exprimidos. Sería como una metáfora de la reciprocidad. Y es que los veracruzanos que dieron seguimiento a las actividades realizadas por ellos en el gobierno estatal y en el programa de obra pública en Tuxpan (cuando Alberto fue alcalde), constataron la hábil y sustanciosa función exprimidora de estos viejos jóvenes de la política veracruzana.

Dado que ambos políticos crecieron política y económicamente en paquete, pudiera ser que también en paquete sean tratados en estas épocas en que muchos excolaboradores de primer nivel de ese sexenio están bailando una larga pieza de tango en la cuerda floja.

Y no parece que el yunismo azul quiera dejar cuentas pendientes.

Publicidad