Día a día se incrementan las señales que indican la destrucción de la clase media en México. Los objetivos de la cuarta transformación que impulsa López Obrador están focalizados en el segmento de población que presenta mayor atraso. El incremento de las pensiones a los adultos mayores, los apoyos a los minusválidos y las becas a los ninis, y estudiantes así lo demuestran. Millones de personas reciben a lo largo de los meses esos subsidios gubernamentales aumentados o recién creados.

El otro segmento que no afecta la cuarta transformación es el de los grandes capitalistas que, sin lugar a duda, aparecen o reaparecen cada sexenio y se llevan la mayor tajada del pastel. Ahí tenemos a Slim, a Salinas y a Azcárraga, ya del brazo y sin tapujos junto a AMLO, como también ocurre con el célebre empresario Lomelí, que porta doble cachucha 4T: la de vendedor preferido de medicinas al gobierno y la de súper delegado federal en Jalisco.

Y si se analizan los beneficios andresianos y las ventajas de pertenecer a esos dos grupos -el de los intocados e intocables multimillonarios, y el de los más pobres del país- tenemos que reconocer que ellos cuentan con otra condición a favor: los grupos delincuenciales que señorean el territorio, poco se fijan en ellos, o porque no pueden contra los primeros, o porque los segundos, poco o nada tienen.

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El grueso de los delitos de esos grupos delincuenciales se dirige a la clase media, representada por pequeños empresarios, prestadores de servicios, profesionistas que trabajan por su cuenta, productores agropecuarios en áreas rurales o trabajadores de la burocracia o independientes como médicos, maestros, ingenieros, contadores, etc. O también a artistas, intelectuales, deportistas o artesanos. Secuestros, levantones, o cobros de piso, son los delitos que más sufre el sector clasemediero -los auténticos fifís-, tan detestado por el presidente, debido a que no puede convencerlos con su discurso y generalmente serán oposición pensante.

Todas esas personas de la clase media han ido perdiendo ingresos y poder adquisitivo. Poco a poco se han alejado de una serie de satisfactores que en otros tiempos pudieron conseguir. Atención médica privada, adquisición de automóviles, hipotecas para vivienda, colegios particulares, vestido y sustento de gama media y otro tipo de adquisiciones o servicios característicos como el acceso a la televisión de paga, telefonía celular, etc.

En estos siete meses de gobierno morenista, las circunstancias les han sido particularmente adversas. Sea por contención del gasto público, por reducción de sueldos en la administración federal, por la política de despidos y ajustes de plantillas de personal en los tres niveles de gobierno, por la disminución de visitantes internacionales (a causa del sargazo y la inseguridad en las ciudades del Caribe, el corredor turístico nacional, más importante) o por la grave contracción de la economía que afecta a todos los sectores productivos y que anuncia una peligrosa recesión. 

Los periódicos y las instituciones informan con preocupación que los indicadores económicos van a la baja. La cifra de venta de vehículos nuevos asoma a sus peores épocas, Abogados, contadores, arquitectos, ingenieros, veterinarios, médicos, dentistas, psicólogos y nutriólogos con despachos o consultorios, sufren una caída en sus clientes o pacientes y comentan la delicada situación financiera y de liquidez que atraviesan.

El mundo fifí se derrumba hora a hora junto a sus posiciones críticas al gobierno y a AMLO. Morenistas y chairos se conforman con aplaudir a mano alzada las correctas y las tremebundas decisiones presidenciales. En estas familias sus integrantes nunca estarán equivocados.

Los ricos de la iniciativa privada luchan por los contratos como siempre y embodegan los productos de primera necesidad o de canasta básica, que empiezan a comprar con más frecuencia aquellos mexicanos que gozan de mejores pensiones, subsidios y apoyos del bienestar gracias a una dadivosa presidencia de la república, siempre bajo la supervisión de los nuevos “siervos de la nación”. 

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