El de ayer fue un domingo que favoreció totalmente a Xóchitl Gálvez en su creciente impulso hacia la presidencia de la república. Y hay razones para pensarlo de esa manera, tomando en cuenta, primero, la movilización nacional y en el zócalo de la Ciudad de México, que logró la Marea Rosa que se organizó para respaldar la candidatura de la verdadera oposición, la conformada por la sociedad organizada y la coalición PAN-PRI-PRD.

En segundo lugar debe mencionarse el excelente discurso que ella pronunció al medio día ante cien mil personas que llegaron a ese lugar, con un mensaje donde afianzó los planteamientos de la oposición y la gran inconformidad de la población contra el régimen y sus principales beneficiarios, corrompidos y puestos en evidencia con innumerables denuncias y acusaciones periodísticas y de diversa índole.

Y antes del debate de las ocho de la noche, incluso el equipo Cruz Azul que apoya la hidalguense como seguidora, pasó a las finales del futbol de la primera división mexicana a costa del Monterrey. Pero las positivas señales domingueras respecto a Xóchitl, continuaron presentándose también en el debate en cuestión, donde se observó lo siguiente. 

A lo largo de los tres debates Xóchitlt fue adquiriendo confianza y efectividad, mejorando en sus participaciones, haciendo caso a su instinto y haciendo gala de su personalidad y autenticidad.

Conforme transcurrieron los debates, desde el primero hasta el tercero de anoche, fue incrementando el tono y el vigor de las acusaciones contra personajes corruptos del régimen obradorista, mencionando siempre a Bartlett, a Rocío Nahle y a los hijos de López Obrador.

El esquirolaje de Jorge Maynez y MC se vio bastante descarado cuando este personaje atacaba en proporción de 3 a 1 al PRIAN, respecto a Morena. Y evidenciaba posibles acuerdos cupulares entre AMLO y Dante, cuando por un lado, en los debates, Maynez criticaba a esta formación, y al poco tiempo, Sheinbaum lo hacía también casi de la misma forma y usando palabras similares. 

Otro aspecto a resaltar fue la insistencia de Xóchitl en llamar mentirosa a Claudia y que esta se escudara en actitudes evasivas y sin credibilidad, como respuesta estratégica, evidenciando la imposibilidad de una defensa.

Fue bueno que utilizara un libro acusatorio contra AMLO (de la periodista Anabel Hernández) para explicar por qué llamó narcocandidata a Sheinbaum. Y además señaló a Mario Delgado y al partido guinda con acusaciones de huachicoleo fiscal, en raras negociaciones de combustibles desde Estados Unidos con un empresario de oscuros antecedentes, que acaba de fallecer, pero que financiaba a Morena. 

Xóchitl fue firme y determinante cuando hablaba de las inversiones extranjeras, y que para venir a México, necesariamente exigirán que haya Estado de Derecho. Una realidad inobjetable bajo el gobierno de López Obrador.

Falta el último tramo de aquí al domingo 2 de junio. El de ayer fue un día pleno y abundante en signos positivos para la candidata de la oposición, que dejó grato sabor de boca a sus millones de seguidores, en un momento óptimo para ella y para las esperanzas de que México reencuentre el camino, la paz y la prosperidad.

Publicidad