No son pocos los que suponen que la noche del próximo día quince de septiembre va a ser difícil para varios gobernantes del país. El que está en primer lugar en esas sabrosas especulaciones es el presidente Enrique Peña Nieto, quien además ese día puede pasar más desapercibido de lo que ya está, si es que Andrés Manuel hace una celebración, anuncio o evento paralelo al del Grito de Independencia.

Pero en los estados en los que pronto entrarán gobernadores de Morena, también podría existir alguna preocupación similar. Chiapas, Morelos o Veracruz son entidades federativas en las que aquellos que ya son gobernadores electos pudieran estar interesados en hacer quedar peor a los gobernadores en funciones, que debe reconocerse, no las tienen todas consigo. Motivos se conocen y repiten a diario en los medios de comunicación nacionales o internacionales. Velasco, Graco o Yunes han dado mucho de qué hablar durante sus años de gobierno.

Pero en el caso de Veracruz, la situación puede tornarse complicada o chusca, según como esté el ánimo de los grupos antagónicos al régimen azul estéril.

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Y quizá por ello, el gobernador Yunes Linares esté llevando a cabo una batería de acciones (o distractores) encaminadas a vacunarse antes del quince, y disminuir o atajar esa posibilidad de boicot de salida en su contra, que alguien pudiera estar organizándole a manera de despedida.

En ese escenario, bien podría haberse dado la inútil pero estruendosa noticia del fiscal arrocero, que quién sabe cuánto tiempo después de haber tenido la información, salió el jueves pasado a descubrir otras decenas de osamentas de cadáveres humanos, que pareciera que jamás tuvieron los derechos que marca la Ley. Por los cientos o miles de desaparecidos en Veracruz, ese tema está resultando demasiado pesado para el gobierno actual, y lo peor es que todo indica que puede agravarse.

Otra acción con el mismo objetivo, también pudo ser el anuncio dado anteayer por MAYL en el informe de su amiga Sara, la rectora. Dijo allí sentado junto a ella, que ya había pagado 500 millones de pesos de la deuda reclamada por la UV a Duarte en años pasados. Lo extraño de esa información es que no haya sido tan publicitada o que, si efectivamente se pagó, sus destinos oficiales hayan sido evaporados al estilo de los ladrones de cuello blanco.

Pero el anuncio que Veracruz espera con ansia en estos días previos al quince, es que por fin Yunes complete en Pacho Viejo la remesa de quince cabezones que abusaron del cajón y que no han devuelto nada. Porque el desbarajuste fue ocasionado por los que usufructuaron los grandes puestos. No representa nada para los veracruzanos, el hecho de que encierre a personajes que tuvieron cargos menores.

Vamos a ver si ya lejos del pretexto del fuero, el señor gobernador se atreve a tomar acciones en contra de varios de los que fueron secretarios o subsecretarios o tesoreros con Javier Duarte. Desde luego, algunos ya no podrán ser detenidos por Yunes, sea porque hayan huido o se hayan arreglado, o porque estén blindados, como el ya célebre cisne tuxpeño que desde hace algunos años cuenta con las protectoras y amigables alas del senador-gobernador Velasco, el güero chiapaneco de la cantante Anahí y ahora cercano a los morenistas.

O que, para cerrar la cuenta, el jefe del ejecutivo estatal nos informe en las horas siguientes, sobre algunos milloncejos o propiedades duartistas más, también “recién” descubiertas y pasadas a la báscula de su venganza.

Habrá que estar atentos a los sucesos del terruño: a los previos, a los del quince y a los posteriores.

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