Gracias al desarrollo de la investigación espacial rusa, y antes que los norteamericanos, el 7 de octubre de 1959, los terrícolas pudieron saber lo que existe en la cara oculta de la luna y que, hasta esa fecha, era uno de los mayores misterios de la humanidad. Las fotografías de la primera nave que pudo circunvolarla, mostraron que esa superficie oscura a la vista de los habitantes de este planeta, se encuentra cubierta por gigantescos circos y cráteres lunares.

La proeza alcanzada hace casi sesenta años por los exsoviéticos, es algo que cuando menos en el corto plazo, nadie logrará respecto a la opacidad que muestra e insiste el decadente régimen bianual de Miguel Ángel Yunes Linares en Veracruz.

Ni las numerosas entrevistas y videos que el gobernante transmite vía Facebook, han logrado aclarar o convencer sobre diversos temas torales a quienes se preocupan por seguir su desenvolvimiento en la administración estatal.

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En su columna de economía y finanzas públicas del día de ayer, el maestro Rafael Arias Hernández se pregunta cuál es el total de la deuda que tiene el estado de Veracruz, englobando todos los pendientes y redondeando el débito en los cien mil millones de pesos. En ese análisis cuestiona la deficiente información oficial enfatizando la incapacidad u opacidad para transparentar los compromisos puntuales del gobierno estatal.

Pero esa opacidad no es sólo respecto a la deuda, porque si somos realistas, los cuestionamientos ocurren respecto a diversos temas. El gobernador acaba de desvelar un adeudo de 13 mil millones de pesos que se tiene en relación a impuestos sobre la renta no liquidados al sistema de administración tributaria (SAT).

Otro asunto sin responsable, sin brújula y sin números creíbles, es el de los diferentes delitos en contra de la sociedad y, sobre todo, el de los desaparecidos y fosas de cadáveres, cuyo esclarecimiento reclaman consistentemente los colectivos de búsqueda.

Un caso más, que traerá graves consecuencias, fue el despido masivo de trabajadores del estado cuando Yunes tomó posesión. Los díceres cuantifican en 13 mil burócratas a quienes, sin más, les dieron las gracias para acomodar a los entonces nuevos colaboradores del señor del estero a principios de 2017. Y los que conocen de esos irregulares despidos, mencionan cifras de indemnización o de laudos pendientes que llegan a los 4 mil millones de pesos.

Y qué ha sucedido con la añeja deuda con el Instituto de Pensiones del Estado. Qué sucederá con los improrrogables compromisos de fin de año con trabajadores, jubilados y pensionados.

Dos años de monólogo, de irresponsabilidad y opacidad yunista, que nos brindarán decepcionantes realidades en cuanto tomen posesión Cuitláhuac García y sus colaboradores.

Como sostiene Rafael Arias, es preciso saber de una vez y de qué tamaño es el problema de la deuda que tiene el Estado.

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