José Antonio Flores Vargas

Duele más la duda, que el desengaño, dice un viejo proverbio. Y en efecto, sucede así en muchas de las situaciones de la vida, sean éstas de carácter personal, público o privado, de índole médica o política, y en general, en cualquier problema que se esté suscitando o se llegue a ventilar.

Y lo ocurrido durante esta semana, recuerda a la mujer que acaba de dar a luz. Tendrá que vivir lo que se conoce como cuarentena. Será una etapa de muchos cuidados y delicadezas, semanas en que no deberá incurrir en acciones innecesarias, que pongan todo en peligro. Ni excesos, ni riesgos, ni preocupaciones. Por el contrario, tiene que ser un tiempo de tranquilidad para todos los integrantes de la familia.

La noche del miércoles, después de la licencia concedida a Javier Duarte de Ochoa para separarse de la magistratura del Estado, la trayectoria de usted, junto con sus méritos y pertenencia al equipo duartista, lo llevaron a convertirse en gobernador interino del estado de Veracruz por los 47 días que le quedan a este sexenio.

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Tiempo escaso para pretender el desarrollo de proyectos de gobierno, en una época caracterizada por la carencia de recursos públicos y la quiebra financiera del gobierno estatal.

Sin embargo, existen circunstancias inéditas que le permitirán a usted, hacer un digno papel en el poco tiempo que le queda a este gobierno.

Y ese papel que la sociedad veracruzana le demanda, es justamente el que deriva del cumplimiento del compromiso que usted asumió desde antenoche. Cumplir y hacer cumplir la Constitución Política del Estado.

A este respecto, los veracruzanos le agradecerán a usted, que investido ya como gobernador, termine con las dudas, en relación a un asunto de alta preocupación para la sociedad. Dudas, a las que abonan instituciones como la SEFIPLAN, Contraloría General, el ORFIS y la Comisión de Vigilancia del Congreso.

Que tenga a bien informar exactamente, a cuánto asciende la deuda total del gobierno de Veracruz, y quienes son sus acreedores. Es preciso poner un alto al carrusel de cantidades que semana tras semana se ventilan en las conversaciones, en las conferencias de prensa de los servidores públicos y en las columnas políticas de los periódicos.

Los veracruzanos tienen derecho a saber cuánto les va a costar levantar al estado. Por sanidad pública, es preciso que usted dé la cifra definitiva. Y esa tarea solo cuesta un poco de voluntad y honestidad, virtudes que creemos usted tiene.

Así mismo, que le diga a los veracruzanos a cuánto asciende el monto desaparecido de las arcas públicas, que incluya el dinero de origen estatal y el federal que está reclamando la Auditoría Superior de la Federación.

Creemos que estos son tiempos escasos para cuestiones constructivas, pero suficientes para transparentar la verdadera situación que guardan las finanzas estatales y la administración pública en su conjunto.

Por muy enojosa que sea la realidad, debemos afrontarla, para entre todos, reencauzar al estado en todos sus sectores.

La honestidad, la transparencia y la certidumbre, son valores que ayudan a mantener la tranquilidad pública y a recuperar la confianza en las autoridades y en las instituciones.

Los veracruzanos esperamos su respuesta.

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