Si se analiza la improductividad que envuelve al gabinete de Cuitláhuac García Jiménez, se podría considerar que este grupo de políticos novatos de cuño morenista se ha dado a conocer solo por palabras, negligencias e inoperancias, y por ello, constituye desde hace más de dos años el nuevo lujo de México.  

El diccionario dice que es un lujo tener abundancia de cosas innecesarias. Y por desgracia los poderes u órganos autónomos también están en manos del gobernador, ya que este los pone y quita a puro dedazo, aumentando con ellos ineficiencias e irregularidades a su infeliz sumatoria. El gabinete es una desastrosa revoltura donde están juntos y revueltos los tres poderes del estado y los titulares de los organismos públicos de la entidad. Todos están dentro del mismo aro.

Por eso la mediocridad permeó desde la cabeza a toda la estructura de poder. La constante suma de ineficiencias afecta negativamente al todo. Y ese todo se le carga al causante de una crisis que va para tres años.

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Lo primero que no puede tener una buena calificación y que toda la sociedad observa, es el área de seguridad pública, donde los asesinatos, secuestros, feminicidios y delitos comunes continúan como en las épocas más criticadas del pasado, aunque haya presupuestos crecientes, mesas semanales de la paz y policías internacionales “capacitándose” aquí con el secretario Hugo Gutiérrez. 

Ahí pegada está la Fiscalía General con Verónica Hernández, recientemente multada por un tribunal y reprobada por la organización México Evalúa, quien la ubicó en el lugar 28 a nivel nacional, entre los diez estados más atrasados en el índice de confiabilidad de estadística criminal. 

Se comprueba que la fiscal no registra la totalidad de los eventos delictivos ni aclara muchos hechos criminales, y basta con mencionar a cuatro defensores ambientales o de derechos humanos asesinados, cuyos nombres son recordados en medios de comunicación y ONGs: Adán Vez Lira, Josué Bernardo Marcial Santos, Miguel Vázquez Martínez y Abirán Hernández Fernández.

En relación a los problemas generados por la pandemia de Covid-19, han sido persistentes las fallas de Roberto Ramos en Salud, Guillermo Fernández en SEDESOL y Enrique Nachón en SEDECOP. Cuántas muertes se pudieron haber evitado con otro titular a cargo de los servicios de salud y cuántos negocios se pudieron haber salvado con una mejor actuación de estos funcionarios omisos y en la plenitud de la relajación.

Qué satisfacciones han dado a los veracruzanos los personajes que ocupan la titularidad del poder judicial y del congreso, aparte de la infinidad de chascarrillos y tropiezos que se observan en esas instancias entregadas a gentes sin perfil ni experiencia, pero buenos para conducirse atropellando las leyes. En este instante se habla de una presidenta que debió irse por usurpación de funciones. 

Y qué han hecho los secretarios del desarrollo agropecuario, de protección civil y medio ambiente, en relación a la terrible sequía que está acabando con la poca producción o a las frecuentes acusaciones sobre el programa federal Sembrando Vida que está destruyendo arboledas y selvas en varias partes de la entidad.

Porqué hace mutis el maestro Zenyazen Escobar y abundan “noticias” de que debe haber clases presenciales “que la sociedad exige a la SEV”, cuando aún es muy poca la población protegida con el biológico. Acaso son cortinas para justificar la vacunación a profesores y que los sindicalistas promotores del voto puedan recorrer el estado en estas angustiosas semanas previas a las elecciones. 

 ¿Tanta urgencia en protegerlos, cuando es la hora en que no se ha vacunado a ningún médico del sector privado que atiende a población abierta en plena época de contagio y segunda o tercera ola del virus, o acaso son acciones producto de duras negociaciones con sindicatos afines a MORENA?

Y justamente en el tema de las urgencias financieras, algo tendrá que ver ese préstamo de dos mil millones de pesos que el gobierno cuitlahuista se aprobó en enero con diputados levantadedos. ¿Por eso y por estrategia electoral, tampoco hay informes de auditorías del ORFIS?

El gabinete de gobierno del estado de Veracruz, a cargo de Cuitláhuac García y mal asesorado por Éric Cisneros, pudiera ser el equipo de jefes con altos sueldos, que menos resultados ha entregado en todo el país. Por consiguiente y al no dar respuesta adecuada a la población, resulta ser el gabinete más costoso de la nación. Porqué, por cobrar altos sueldos sin dar resultados aceptables. 

Un verdadero lujo que pagan todos los veracruzanos con sus impuestos. 

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