Después de una tranquila espera que se acercó a los cuarenta días después de la votación, ayer por la mañana el licenciado Andrés Manuel López Obrador pudo convertirse en Presidente Electo de los Estados Unidos Mexicanos.

La titular del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le entregó la constancia correspondiente. Pero ese documento es un requisito formal que establecen las leyes nacionales. La primera y gran evidencia de que el tabasqueño ganó la presidencia de la república, se dio desde el primero de julio pasado, fecha en que el pueblo entero se volcó a brindarle apoyo en las urnas.

Andrés Manuel obtuvo un extraordinario porcentaje de votación, que lo ubican en los más altos sitios de preferencia ciudadana. Su caso se acerca al del general Lázaro Cárdenas, quien en su elección obtuvo arriba del 92% de los votos totales.

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Y de alguna forma, su triunfo es parecido al de Vicente Fox. El expresidente panista de Guanajuato pudo vencer al sistema político priista, a sus aliados de la iniciativa privada y a las poderosas organizaciones sociales, laborales y productivas adheridas al partido en el poder.

López Obrador y su lucha de 18 años por la presidencia, aprovecharon el desgaste del sistema político nacional y el rechazo casi unánime al PRI de Enrique Peña Nieto y sus gobernadores corruptos. Otro momento de oportunidad para su causa, fue la oportuna división del Partido Acción Nacional, que de ese modo quedó con puros generales. Otra causa fue el deterioro de los demás partidos de oposición, que en conjunto le proporcionaron simpatizantes inconformes con esos intereses cupulares que olvidaron las causas sociales.

Con la constancia en la mano y arropado por su gente al mediodía de ayer, López Obrador regaló un emotivo discurso en el que destaca lo siguiente:

“En el nuevo gobierno, el Presidente de la República no tendrá palomas mensajerasni halcones amenazantes. El Ejecutivo no será más el poder de los poderes, ni buscará someter a los otros. Cada quien actuará en el ámbito de su competencia y la suma de los trabajos respetuosos e independientes fortalecerá a la República.  Y el Estado Democrático de Derecho transitará del ideal a la realidad.”

“Considero que la gente votó por un gobierno honrado y justo. En mi interpretación, la mayoría de los ciudadanos mexicanos están hartos de la prepotencia, el influyentismo, la deshonestidad y la ineficiencia, y desean con toda el alma poner fin a la corrupción y a la impunidad”

La de ayer ha sido una fecha histórica para MORENA y para Andrés Manuel. El pueblo está esperanzado en los nuevos tiempos con él en la presidencia. Conforme transcurran los seis años de su gestión, habremos de constatar si se verifica la cuarta transformación que ha prometido a los mexicanos.

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