Ya que la 4T evocó la honestidad del expresidente y exgobernador veracruzano Adolfo Ruíz Cortines, alguien recordó a este portal una jocosa anécdota atribuida a ese histórico personaje, supuestamente ocurrida en sus primeros días como mandatario nacional. Resulta que uno de sus compadres fue a visitarlo a Los Pinos para pedirle el cargo de jefe de garita para su hijo mayor, atribuyéndole a su vástago una alta honestidad. “¿Y tú cómo sabes que tu muchacho es tan honrado? ¿Acaso ya estuvo donde hay y no metió la mano al cajón?”, contestó don Adolfo a su sorprendido visitante.
Desde luego, esa conversación que debió ser incómoda no tiene nada que ver con las correctas maneras y funcionales modos del gobierno de Cuitláhuac García, que tanto presume el presidente de México.
Pero lamentablemente para el grupo en el poder, esas cualidades atribuidas al gobernador García Jiménez se van al suelo con sólo observar al Veracruz actual y escuchar todos los asuntos relacionados con los recursos naturales y con el medio ambiente, por no mencionar los demás temas en pésima situación, entre ellos, los asociados a las obras públicas otorgadas a dedazo, las adquisiciones sin licitación, la opaca y abundante contratación de personal sin méritos y la gestión de temas diversos en las diferentes oficinas del gobierno estatal, referidas en la conversación pública y reiteradas en las redes sociales y medios de comunicación. Muestras de ello aparecen semana tras semana.
Una de ellas, el lunes pasado informada hasta con video por el periódico El País, relativa a la piedra que en miles de toneladas se extrae desde la costa de Balzapote y se lleva a las obras del Tren Maya. Terrenos que antes eran un cerro, ubicados en la Reserva de la Biosfera de San Andrés Tuxtla, donde con amañados y corrompidos esquemas se agrede a la naturaleza, que es como si le quitarán a Río de Janeiro Pan de Azúcar. Otro más está en el municipio de Veracruz, donde se rellena un sistema de lagunas, también sin ningún problema burocrático. Otro más es la invasión del predio Jinicuil Manso en la zona de bosque de niebla de Coatepec, donde unos invasores profesionales pretendieron crear un asentamiento humano y las autoridades no desalojan con todo y la sentencia de tribunales.
Temas, todos ellos, que el “honorable” Procurador Estatal de Protección al Ambiente, Sergio Rodríguez Cortés, sin perfil profesional para el cargo, no quiere ver y no quiere intervenir. Pero lo que este hombre fuerte de palacio sí hace, y con inusitado éxito y palmada del jefe, es vigilar, clausurar y dar seguimiento a casos o proyectos donde los empresarios e inversionistas pueden ser “bolseados” a discreción (según el léxico presidencial). Como cuáles: la Torre Centro o el Acuario de Veracruz (ahora en poder de Sergio, con un abusivo decreto), algunos rellenos sanitarios de municipios con alcaldes opositores, obligados a gestionar con despachos “especializados” y acusados de estar dirigidos desde esa Procuraduría, o la Plaza Imperial de las Ánimas o hace unos meses, la Plaza Ankara en Xalapa.
El preocupado sector productivo veracruzano se pregunta por qué nadie detiene a este funcionario corrupto, que sólo ve y camina en la dirección que le puede dejar dividendos, y que más que funcionario ambiental, parece el recaudador de palacio. Un tipo al que los políticos jarochos conocieron en una mediatizada fotografía recostado en camiseta sobre un colchón repleto de billetes de 500 pesos, en su época perredista. Y que ahora, las murmuraciones en palacio han sugerido que la fuerza del colchón le da camino promisorio.
Y eso también hace recordar peculiares anécdotas como la del comediante Jesús Martínez “Palillo” -padre de la actriz Ana Martin- durante la gloriosa época de las Carpas en la Ciudad de México, en la que desarrollaba la sátira política y recitaba como adivinanza estas claridosas palabras para cuestionar la corrupción que campeaba escandalosamente: “Tiene nombre de arcángel, tiene apellido teutón, tiene sonrisa Colgate y las uñas de ratón” en alusión a un expresidente mexicano de mediados del siglo XX o la puesta en escena de la obra de teatro “Agarren a López por pillo” que daba luces del desastroso gobierno del otro presidente López, López Portillo.
Coincidencias, recuerdos, historias, semejanzas que setenta años después en los portales de Veracruz, la jarana requintea este picante son: “Con fotos en su colchón/ hace cerros de billetes/ el cuidador de recursos/ que da al Gober buen ambiente/ ya olviden a Balzapote/ porque aquel tiene buen diente”.