El domingo por la noche las redes sociales viralizaron un video del actor Eugenio Derbez en el que da a conocer una angustiosa carta que le envía un médico del IMSS de Tijuana, quien le solicitó difundir una serie de apremiantes necesidades materiales—guantes, cubrebocas, uniformes, etcétera—en la clínica número 20 de esa institución de salud. 

El comunicado vespertino de Derbez donde alienta a apoyar donando materiales médicos, seguramente fue visto por cientos de miles de personas en ambos lados de la frontera norte. Cabe recordar que el comediante mexicano lleva algunos años residiendo en la ciudad de Los Ángeles. 

En la anuencia del artista para hacer el video, seguramente influyó la sensibilización adquirida con motivo de los miles de casos y muertes por coronavirus que Eugenio conoce y sufre en Estados Unidos, especialmente en el estado de California.

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Fue tal el impacto popular del video, que este lunes desde temprano, el IMSS nacional desacreditó esa información, calificándola como noticia falsa, señalando que allí no falta nada que obstaculice el servicio médico. Pero por desgracia para las autoridades mexicanas, muchas horas antes de la aparición del video, medios bajacalifornianos como El Sol de Tijuana o el Semanario Zeta, habían publicado noticias donde daban a conocer las delicadas carencias de doctores, equipos hospitalarios, materiales de curación, e incluso, de los propios directivos médicos de esa clínica, como señala la carta publicada por Derbez. 

Lo que deja ver este asunto bochornoso para México, son dos cosas: la intención de desacreditar y desconocer la información de lo que ocurre en esa clínica tijuanense, que conoce mucha gente, y también la pretensión de eliminar moral y socialmente al mensajero (a Eugenio Derbez). 

En su cuenta de Twitter el actor sostiene que su video no es una fakenews, como se acusó tardíamente en varios medios de la Ciudad de México. Llama la atención la demora oficial en hacer un control de daños, doce horas después de la aparición del mensaje en cuestión. 

Al final, este manoseo o manoteo solo hizo recordar a la sociedad mexicana que, desde muchos meses antes de la pandemia, era noticia y poderosa crítica ciudadana, en contra de los procesos arbitrarios y centralizadores de la señora Buenrostro exjefa de adquisiciones de AMLO, ahora responsable del SAT, la mortal reducción de presupuestos al sistema nacional de salud y la eliminación del Seguro Popular, con todo y sus equipos, doctores y enfermeras. Y durante estos cinco meses de Covid 19, muchos medios de comunicación mexicanos han publicado manifestaciones, inconformidades y críticas del personal, de diferentes actores y de grupos sociales sobre las carencias de doctores, equipos, medicamentos, respiradores, cubrebocas y suministros diversos en los sistemas de salud, sean estos del IMSS, del ISSSTE o de otras instancias.

No se puede ocultar el sol con un dedo, aunque sea el del mismísimo presidente López Obrador, como tampoco es culpa de este, el añejo descuido del sistema nacional de salud, rebasado sorpresivamente y en exceso por la temible velocidad con que avanza la pandemia de origen chino. 

El video de Derbez fue, en suma, una especie de cachetada con guante blanco a la decisión suprema de jalar la cobija presupuestal para tapar a unos y descubrir a otros. Apoyar a 22 millones de personas pobres, como afirma López Obrador, a costa de tomar o extraer la mayor cantidad de recursos “no prioritarios” de todas las instituciones desfondadas en su régimen, conforme a criterios autoritarios y esencialmente político-electorales. 

El coronavirus le llegó en mala hora a AMLO y en peor circunstancia al país. Y también, en mal momento, se insiste en una cachetada sin guante y con cubrebocas a Eugenio; muy acorde a las maneras obradoristas para destruir o minimizar opiniones diversas.

El tiempo y el coronavirus le darán la razón a cada cual. Ya iremos viendo.

He aquí el video-denuncia del comediante mexicano DAR CLICK

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