Hace un poco más de dos años, ante la algarabía de las desunidas huestes priistas, los senadores de Veracruz Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla, hablaban de la amistad, de la lealtad y del valor de la palabra, en el tema de la pelea por la candidatura a la gubernatura del estado. En esos días, sellaban un pacto no escrito, en el que el primero sería candidato en 2016, frente a Miguel Ángel Yunes Linares, mientras que el segundo, lo haría en la contienda siguiente, en 2018.

Pero la palabra se la llevó el viento y la ambición. Héctor, olvidó ese compromiso y desde que perdió ante Yunes Linares, reinició su lucha, como si no hubiese existido tal convenio. Al final de ese aciago día, Yunes Landa perdió por muchas causas, comentadas hasta el cansancio por gente de todos los colores. Ausencia de fuerza, insuficiencia de manejo político y exceso de soberbia. Pero hubo también otras cuestiones. De peso, de pesos y de pasos.

Y es que pocas habilidades creativas se le observan al senador Héctor Yunes Landa, en sus afanes por hacerse de la gubernatura estatal. Durante su primera campaña oficial al cargo en 2016, se recuerda que lo señalaron de copiar el logotipo de la demócrata Hillary Clinton, quien en ese tiempo contendía por la presidencia de Estados Unidos frente a Trump, quien al final resultó vencedor.

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Ahora, que el brioso senador desconoció el acuerdo filial con Pepe Yunes, el político de Soledad de Doblado resolvió iniciar una segunda campaña con el mismo objetivo, pero utilizando el eslogan “¡Yo sí puedo!”.

Con este lema, tampoco tardará mucho en ser criticado. Resulta que una reconocida pedagoga cubana, creó el programa de alfabetización “Yo, sí puedo”, que desde el año 2000 se aplica con éxito en numerosos países, entre ellos México.

Sin ningún rasgo de originalidad en lo político, ni en los resultados como senador, ahora estamos observando en pueblos y ciudades, que al eslogan del año pasado se le agrega el lema cubano. Ya se observan fotografías de propaganda o publicidad, donde puede leerse “Estoy listo”, junto al “¡Yo sí puedo!”.

Mensajes, bambalinas, pendones, pegotes y cosas así, seguramente se verán en el evento convocado para el domingo próximo en el puerto de Veracruz, organizado con el pretexto de presentar su informe de labores como senador de la república y con el auténtico fin de iniciar campaña masiva, por segunda ocasión, mientras Pepe   termina de despertar y hacer “perecitas” al estilo español.

Del “¡Yo sí puedo!” hectorista, quizá se refiera a que él (Héctor), sí puede enfrentar o confrontar a Yunes Linares, por sus resultados como gobernador sin cambio, ni billete grande (en las arcas públicas). Aunque, pudiera ser que no sea ese, el significado. Porque, para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta.

Quizá el poderoso informante aproveche la multitudinaria ocasión del domingo, para mostrar la caña de pescar que él usará si llega a ser gobernador, similar a aquella que le regaló alguna vez Javier Duarte, que tanto festejó, y que -en su momento- tanta risa le causó. O tal vez, mostrará sus habilidades de pesca para atrapar “bobo”, un pez muy solicitado en temporada de río revuelto.

Lo que sí es muy probable que ocurra, es que a ese acto lleguen los defraudados cañeros de Cardel y Úrsulo Galván, a cuestionarle dónde andan los fondos de ahorro extraviados hace algunos años, y quienes podrían decirle a los presentes, que es cierto lo que dice el eslogan del senador, que no olvidan en esos municipios: que Héctor, sí puede…

Ya iremos viendo.

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