A diferencia de otros tiempos, las actuales autoridades de la capital veracruzana no contaban con el respaldo político que tendrán a partir del próximo primero de diciembre. La arrolladora fuerza del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), permitirá que el presidente de la república, el gobernador del estado, los senadores, los legisladores federales y locales y la autoridad municipal, se conduzcan dentro de un mismo “sueño”, “esperanza” e instituto político.

En seis meses de administración municipal, el liderazgo del alcalde Hipólito Rodríguez Herrero ha sido muy cuestionado por su falta de aciertos y resultados en la conducción política y administrativa del ayuntamiento de Xalapa.

Esto sucede desde aquellos inusitados nombramientos de funcionarios importados o la designación de burócratas sin experiencia, sin conocimiento en la función administrativa y sin la adecuada sensibilidad política. Y la ineficaz recolección de basura en las colonias o los baches sin arreglar en las principales avenidas de Xalapa, que son expuestos -un día sí, y el otro también- por grupos ciudadanos, dan motivo a nuevas inconformidades de la sociedad.

Anuncios

Todo ello, sin agregar que no se ha exigido a fondo la información del resultado de las auditorías practicadas a la administración anterior y principalmente a la Comisión Municipal del Agua, donde los presuntos desvíos de recursos públicos resultan alarmantes.

La principal justificación del alcalde Rodríguez Herrero y parte de su equipo, hasta antes de terminar las campañas políticas, era que sus adversarios resaltaban sus errores e insistían en los señalamientos, debido a que formaban parte de la estrategia política para debilitar el proyecto de MORENA: en el caso de la capital, reducir miles de votos al plan de la esperanza.

No obstante que las pifias en el ayuntamiento de Xalapa han sido evidentes, la sociedad dio nuevamente miles de votos de confianza a los morenistas. Basta con revisar las cifras históricas de los resultados obtenidos por los candidatos a diputados de la capital -federales y locales- en este proceso electoral, para descubrir esa realidad. Todos ellos rebasaron sus expectativas, y en la mayoría de los casos, mostrando pobreza discursiva y política. Cualquiera podría afirmar que, sin mayor esfuerzo o rubor, se engancharon a las circunstancias del lopezobradorismo.

Por esas razones, la coyuntura que se presenta es una oportunidad de oro para autoridades municipales y población xalapeña. Existe una fuerza integradora en el terreno político, que debiera servir para conjuntar energías y hacer de Xalapa una digna capital que pueda presumirse en el país.

Las campañas electorales terminaron. En estos momentos, pocos se atreverían a contrariar a los nuevos políticos veracruzanos, por temor a ser excluidos del moreno presupuesto. La fauna de atrevidos y acomedidos hará lo imposible para treparse en la poderosa locomotora de Andrés Manuel López Obrador.

Son tiempos de demostrarle a la ciudadanía de lo que están hechos el alcalde de Xalapa y su equipo. Lo preocupante es que en la palabra y en las acciones a cargo del munícipe, no hay indicios de progreso. Y no vaya a suceder que al paso de los meses, se compruebe aquel célebre dicho popular que señala que “en casa del herrero, azadón de palo.”

Los millones de votos que los ciudadanos otorgaron a MORENA no son un cheque en blanco. ¿Hasta dónde llegarán y aprovecharán estos momentos políticos, el alcalde de Xalapa y los morenistas?

Publicidad