21.03.2016
En el viejo oeste de Estados Unidos, los pieles rojas usaban humaredas para enviar mensajes cuando los integrantes de la tribu se alejaban de la aldea. Tenían un arsenal de hierbas para provocar humos oscuros o claros, ligeros o abundantes, según sus necesidades de comunicación. En el beisbol, el pitcher tira “bolas de humo” si el juego así lo exige y si el equipo contrario debe ser desarmado. En instituciones como la Iglesia Católica, El Vaticano acostumbra el humo para notificar la designación de un nuevo Pontífice.
Estamos en Pascua. Los cristianos celebran la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Los judíos, alaban la Pascua, como la fecha en que su pueblo se liberó de la esclavitud de Egipto.
La religión católica indica a sus seguidores que estos son tiempos de reflexión, y de guardarse. Sin embargo, en Veracruz, desde un poco antes de que iniciara esta Gran Semana han ocurrido eventos que llevan a todo tipo de reflexiones, aunque éstas se dificulten por la cantidad de humo y señales que están presentándose.
Los tres eventos más importantes en estos últimos días. Primero, el problema de la Universidad Veracruzana; segundo, el conato de incendio en el palacio municipal de Veracruz y tercero, la solicitud de juicio político al gobernador de Veracruz. Los tres casos tienen empañado el panorama estatal y obstaculizan concentrarse en la festividad religiosa de estos tiempos.
En el caso de la Universidad, hay una demanda nacional por recursos no recibidos y porcentajes de financiamiento anual, marchas multitudinarias y plazos perentorios. El tema lo enreda mas la Presidenta del “H” Congreso estatal al comparar la educación que brindan los Institutos Tecnológicos estatales con la que proporciona la Universidad, como justificación para no dar los dineros y porcentajes que exige la Máxima Casa de Estudios. Reitera en medios las medallas que han obtenido los alumnos tecnológicos en varios lugares.
¿Qué debemos entender de este litigio y qué efecto tendrá en la opinión pública que habrá de salir a votar en tres meses? Cualquiera que haya acudido a la Universidad, (o sus padres y familiares), tiene la respuesta. Aquí las señales parecen claras aunque algunos sigan echando mucho humo y quieran una salida fácil.
La quema del palacio de Veracruz, ocurrida el pasado jueves en la madrugada. El alcalde dijo que fue intencional y parece hay varios mensajes: es una señal al alcalde para que apoye a algún candidato incómodo; es mensaje de la sociedad al alcalde, de que puede quemar el palacio; indica que no se reconoce a la autoridad que despacha en el palacio; significa que la gente no respeta valores históricos y notables de la historia estatal y nacional: en Veracruz se funda el primer ayuntamiento de América; o en el caso menos deseable, alguna sórdida señal relacionada con la delincuencia organizada. Nada se sabe bien a bien.
Por último, la solicitud de juicio político al Gobernador Duarte. De este caso, el Congreso informó que el próximo miércoles determina lo procedente. Aquí, se notan pocas señales, porque el mundo no priista lo repudia y entonces se reducen las posibilidades: primera, coincidiendo con lo que sucedió el Miércoles Santo, es el día de la entrega y la traición. Viene un judas del Congreso y provoca el juicio al gobernador y ese tribunal lo sentencia, como sentenciaron a Jesús. Segunda opción, el Congreso lo exonera y como un judas colegiado, traiciona a 8 millones de veracruzanos.
¿Será el comienzo de la mortal confabulación; se dará la resurrección de un gobernante derrotado o la resurrección de un Veracruz casi muerto de corrupción, impunidad y escasez; se dará la ansiada liberación de la esclavitud de los veracruzanos, al estilo de los judíos, aunque no de los egipcios, sino de las huestes rojas del duartismo fiel?
¿Cómo será esta Pascua? ¿Se dará el paso o el salto a un nuevo tiempo? Ya sabremos, nada hay que profetizar.
Felices Pascuas estimados lectores. Nos encontramos el próximo lunes. (AF)
