José Antonio Flores Vargas

Esta semana en Veracruz, hemos visto una serie de circunstancias que hacen pensar que han sido días de fuertes jaloneos y de intensos contoneos. La clase política veracruzana ha estado plenamente representada en estas dos situaciones.

El viernes de la semana pasada, en cuanto el presidente del PRI nacional, Enrique Ochoa Reza, anunció que la Comisión de Justicia Partidaria, resolvería este lunes la suspensión de los derechos políticos del gobernador Javier Duarte de Ochoa, diversas fuerzas iniciaron una lucha en contra de esa decisión.

De inmediato empezaron una serie de estrategias, tendientes a minimizar el hecho, a obstaculizar su realización, o de plano a tratar de dejar mal parado al dirigente. Así, empezaron a aparecer cartas de apoyo al gobernador en espacios periodísticos, columnas de análisis, restándole importancia al anuncio y a sus consecuencias, o de plano, y como sucedió, buscar un elemento que distrajera o que desacreditara a Ochoa Reza.

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Y lo encontraron, y de cierta manera, tuvo algún efecto. Casi en automático, algún avezado político localizó un expediente de liquidación de don Enrique en la CFE, su último empleo, antes de llegar al PRI, y presurosamente lo difundieron a nivel nacional y hasta en periódicos internacionales.

El lunes sin embargo, la sentencia se cumplió y Javier Duarte fue separado indefinidamente en sus derechos partidarios junto a seis colaboradores, de los que cuatro, no fueron del gusto de los veracruzanos, ni de la opinión pública nacional.

Al final todo mundo ha opinado que debieron ser más los sancionados, y que varios de los pollos más gordos, no fueron puestos en lista de espera. Esto desencantó a la gente, quien sin embargo, no dejará de insistir en las culpabilidades, ni en las devoluciones o vomitivos que habrán de darse.

Pero también hay otras instancias en donde hay jaloneos, y también contoneos. Nos referimos a la Universidad Veracruzana y al Tribunal Superior de Justicia.

En esta semana de presentaciones de libros interesantes, uno de Isabel Arvide, y otro a cargo del español Alejandro Hermosilla, la Universidad Veracruzana tuvo un intenso trabajo de evaluación del plan estatal de desarrollo bajo la atenta mirada del gobernador electo. También, según las noticias, hubo tres sesudas cartas dirigidas al Presidente de la República, que ya fueron cuestionadas por gente de la misma Máxima Casa de Estudios.

En el Tribunal de Justicia y sus tiempos de renovación, hubo una insuperable dama que busca ser la Titular de ese Poder. Con la seguridad que da la palabra, nos dio a conocer sus merecimientos para ese alto cargo. Claro, que como atinadamente señaló hoy Alberto Sosa, el todavía Magistrado Presidente, es un tema que será resuelto en elección por todos los jurisconsultos, cuando lleguen los tiempos que establece la Ley.

Sin duda, una semana de jaloneos y contoneos, como los que estaremos viendo en los meses que restan del año.

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