A las expresiones como “Merezco abundancia”, “Jálate por las tortas de La Rielera”, “La verdad nos hará libres” y demás fraseología de cuño duartista, deben agregarse una serie de palabras en clave, de conceptos siempre relacionados con el alimento, que fueron utilizados por el cordobés y por los elegidos de ese régimen para desfalcar al erario veracruzano durante el periodo 2010-2016. 

La nota Javier Duarte planeó desfalco a Veracruz antes de ser gobernadorpublicada en este portal el miércoles pasado, derivada de un trabajo de investigación del periodista Víctor Hugo Arteaga en documentos de la Fiscalía General de la República (FGR), nos trae nuevas palabras que forman lo que podría ser el diccionario para robar, que aplicaron a detalle los principales colaboradores del exgobernador, empezando por los cinco secretarios de finanzas que hubo en ese periodo.

Un diccionario donde la primera palabra que se hizo famosa en esos años fue Adelante, término motivador y multicolor, que enriqueció visualmente playeras, gorras, pulseras, chamarras y diversos artilugios que colmaron a la población con un programa social que tuvo miles de bardas y letreros con la palabra Adelante y un himno interpretado por las cantantes Yuri y Paquita la del Barrio, a ritmo de una entretenedora salsa que se oía incansablemente en rancherías y colonias populares. 

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Cabe recordar que ningún indicador de pobreza fue atacado en serio con ese programa que consistió en entregar las playeras y las gorras por millones, y en dotar de algunas toneladas de cemento y miles de láminas de zinc, que en muchos casos fueron a parar a decenas de ranchos ganaderos y granjas de malos funcionarios y líderes políticos de todos los partidos. Desde luego, el programa “de combate a la pobreza” duró solo hasta junio de 2013, cuando Duarte cerró a la población los presupuestos estatales.

Después, sólo hubo dinero para empresas fantasma y para despilfarros del gobernante, su esposa y sus principales. Prueba de ello, las famosas tortas que gustaban al jefe, se trasladaban vía helicóptero desde Córdoba, a la hora en que el hambriento gobernador de la túnica romana recordaba su gula infantil.

Leyendo los documentos de la FGR, que contienen los dichos del testigo protegido Tarek Abdalá, salen a relucir los términos acuñados por ellos para robar, que contaron con la sapiencia de Tomás Ruiz, aquel que cuando corrieron del cargo, exigió solo dos millones de dólares, divisa norteamericana preferida por el de la Reguera para asegurar un buen retiro y un conveniente silencio.

Los términos del diccionario para robar, que se desprenden de los documentos de la Fiscalía, fueron los siguientes: “los tacos” era un fondo formado con recursos federales para pagar compensaciones especiales (duplicadas) a secretarios y subsecretarios. Pizza,era un termino con diferentes valores -aunque en lo regular era un millón de pesos- que frecuentemente solicitaba Javier al tesorero Tarek. CiegosInvidentes, eran fajos de cien mil pesos que mandaba a pedir el entonces ejecutivo estatal. Cascarones, eran los recursos que debían depositarse a cuentas bancarias de empresas fantasmas, en cifras que comunicaba y exigía Moisés Mansur.

Los enterados de esos manejos financieros, refieren que en ese tiempo era común el traslado de cajas de huevo llenas de dinero en efectivo en montos de diez millones cada una y que fueron y vinieron por diferentes rumbos del estado y el centro del país. El extesorero y operador Vicente Benítez, certificó su maestría en esas operaciones, a veces por la vía aérea, y algunas con destino a Costa Rica.

Javier Duarte cumple una condena de 9 años por un desfalco de 250 millones de pesos. Pero las autoridades fiscalizadoras hablan de cifras que fluctúan entre 35 mil y 75 mil millones de pesos. Su esposa Karime Macías ha vivido meses de gloriosa vida cosmopolita en Londres, que puede terminársele pronto. Esta semana revivió, en los medios, la solicitud de extradición para llevarla a juicio por el gobierno federal.

Un tema que tiene harta a la sociedad en general pero es un robo monumental al estado de Veracruz, que no puede ser olvidado y que debe exigirse la devolución que corresponda a las arcas públicas.

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