Es probable que desde el momento en que pisó su oficina como presidente municipal de Veracruz, Julen Rementería haya visualizado un gran futuro en la política. Y como suele ocurrir con todos los políticos locales, desde ese instante del 2007, él hubiera reflexionado en su legítimo derecho a aspirar a la máxima posición en el estado: ser gobernador de Veracruz.

Julen ha sido alcalde, director de centros SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes), diputado y ahora, secretario de despacho en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares. Lleva un buen tiempo tratando de escalar otros peldaños, para en un momento dado, alcanzar la primera magistratura del estado. Por lo pronto, a partir de su nombramiento como titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras públicas (SIOP), siente que puede llegar al senado en las elecciones de 2018, posición que también anheló hace seis años.

Su paso como director general de los centros SCT, durante el sexenio presidencial de Felipe Calderón, le descubrió grandes habilidades para la política de alto nivel. La prensa nacional lo exhibió en aquel famoso Caso Bugambilia, narrado por el periodista Carlos Loret de Mola, donde se le acusó de oscuras maniobras en la adjudicación de contratos de obras con recursos federales, en coordinación con una hábil funcionaria de la presidencia.

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De esa época en la SCT, hubo otras denuncias periodísticas por licitaciones de obra amañadas, en contubernio con una persona, de quien se ha dicho que fue su prestanombres, el afamado constructor veracruzano Rafael Acosta Croda, y también con el contador público Jesús Suverza Medina, contralor de esa dependencia en aquellos años. Para ese tiempo en la ciudad de Veracruz ya se hablaba de un yate denominado “Por ti seré”, que coronaba la buena fortuna del funcionario federal.

Durante la campaña con Yunes Linares, y como resultado de negociaciones con él, logró que su hijo Bingen (uno de los dos Vicentes del Congreso) alcanzara la candidatura a la diputación local. Algunos medios de comunicación y políticos porteños señalaron que eso fue posible debido a que hicieron a un lado el trabajo de la militancia panista mediante una cena de negros.

De la gestión de Julen en la SIOP, se tienen algunas noticias. La primera, que justamente el mencionado contador Jesús Suverza Medina, ha sido nombrado Jefe de la Unidad Administrativa de esa secretaría. Esto sugiere que habrá un buen manejo de los recursos públicos.

Otras más, la tendencia a la estridencia mediática como forma de hacer publicidad. Algunos ejemplos de este diciembre: “Se acabaron diezmos en la SIOP”, “Irregularidades en obras del FONDEN” y “Se recupera maquinaria pesada que tenían particulares y contratistas”. Todas esas noticias, debidamente repetidas a lo largo del territorio veracruzano.

En relación al trato con los trabajadores, en la SIOP continúan maltratando al personal con años de antigüedad, mientras se cobija a empleados de reciente cuño y alto sueldo. Uno de ellos, un ex instructor de gimnasia de la pareja Duarte-Macías; otro más, un familiar de Víctor Rodríguez, el perdedor candidato a diputado por el PRI en Coatzacoalcos, el 5 de junio pasado.

Nadie cree que este tipo de ligas políticas pueda ayudar a Julen a alcanzar su deseada senaduría. Por ahí debiera empezar la limpia, cenando.

Ojalá alguien ayude a Julen a depurar a los elementos sin perfil para las obras públicas. Que por lo que se sabe, son bastantes y distantes.

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