18.02.2016

Los mensajes sencillos y claros que pronunció el Papa Francisco dejan una buena enseñanza cuando se trata de decir las cosas como son. El cariño y respeto que siempre han mostrado los mexicanos, a los jerarcas de la Iglesia Católica, es sin duda grandioso y significativo. El Papa va de regreso a Roma y muchas conclusiones arroja esta visita.

Don Jorge Bergoglio habló fuerte y no pudo soslayar que “son muchos gobernantes corruptos que están a cargo de este país ¿cuántos de ellos andan sueltos y viven en paz?” . Palabras que retumban cuando se van conociendo las pillerías de los políticos mexicanos y de cualquier Nación.

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La cita viene a cuento porque horas antes de que el Papa Francisco finalizara su peregrinar por el país, la Auditoria Superior de la Federación (ASF) publicó el Informe de Resultado de la Fiscalización de la Cuenta Pública 2014. Ahí se detalla el uso de los dineros públicos, es un documento, a decir de la ASF, que intenta generar confianza y certidumbre a las acciones públicas.

Veracruz vuelve a ocupar un espacio a nivel nacional y no precisamente por alguna buena razón. Las cifras que tendrá que justificar el gobierno de Javier Duarte son alarmantes, fuera de todo contexto si la fuente hubiera sido alguna dependencia o actor político distinto a la ASF. Se documenta un presunto daño patrimonial superior a los 35 mil millones de pesos. Una barbaridad de dinero y acciones que ponen nervioso a muchos.

Es sabido que la defensa del gobierno de Veracruz estará argumentándose con el pretexto de que este primer documento de la ASF es algo que ya “se tenia medido, contemplado y controlado desde hace tiempo”. Otros trúhanes saldrán a decir que “hay que esperar y respetar los tiempos que la propia ley marca”, es decir, se buscará cobijo bajo el manto de la legalidad. Algo muy socorrido cuando las cosas públicas no marchan bien.

Las cifras podrán aumentar y disminuir conforme pasen los días, esos días que no han dejado de ser convulsivos arreciarán para los funcionarios duartistas. Las autoridades “trabajaran” para sacar las comprobaciones hasta por debajo de las piedras. Esto es algo que se percibe difícil de lograr porque el problema parece ser mayor desde otra dimensión.

No hay administración que esté exenta de observaciones, recomendaciones y demás cuestiones de fiscalización, porque todos pasan por las armas de la ASF. Lo que no puede pasar por la ASF es la incompetencia y pillerías que hoy sufre Veracruz.

La experiencia demuestra que un barco de las dimensiones del estado no puede quedar en manos de un marinero de escotilla. Los gritos de la Revolución Mexicana retumbaron en el gobierno de Veracruz porque se escuchó ¡Ahí vienen los federales!, lo que no supieron es que Kafka caminó por el puerto de Veracruz para sentarse a beber un lechero en el malecón. (AF)

 

 

 

 

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