José Antonio Flores Vargas

La “Guerra de los mil días” que sufrió Colombia hace más de 100 años, y que terminó en noviembre de 1902, llevó a ese país a la destrucción y a la ruina económica, además de la separación definitiva de uno de sus departamentos federados, que al poco tiempo se convirtió en la República de Panamá. Las consecuencias de esa confrontación, hacen recordar lo que está sucediendo en Veracruz.

El 6 de febrero de 2014, cuando los periódicos publicaron la fotografía del gobernador Javier Duarte detrás del Presidente Enrique Peña Nieto, en la ciudad de Querétaro, durante el acto conmemorativo por el 97 aniversario de la Constitución Mexicana, nadie pensó que estaba por iniciarse una guerra por el poder en nuestro estado, que tendría resultados inimaginables.

Su rostro tranquilo no reflejaba la idea que lo seducía desde semanas atrás. Mientras oía los discursos, su mente redondeaba una iniciativa de reforma a la constitución local, que le permitiera entregar el poder a un gobierno bianual de transición, como parte de una estrategia para desactivar a los prospectos a la gubernatura, ajenos a su equipo, e impulsar a uno de sus alfiles hacia la candidatura del PRI.

Es posible que en reacción a esos planes, durante el mes de abril de ese año, el senador panista Fernando Yunes Márquez, consiguiera que el pleno de la Cámara Alta del Congreso de la Unión, aprobara un punto de acuerdo propuesto por él, para exhortar a la Secretaría de la Función Pública y a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), a investigar al gobierno veracruzano por el desvío de cerca de 350 millones de pesos del Seguro Popular, durante los años de 2011 a 2013. Para ese entonces, proliferaban rumores de la pocilga de corrupción en su administración.

Atendiendo al plan Duarte, unas semanas después, el diputado panista Julén Rementería, presentaba en el Congreso Estatal la propuesta para establecer un gobierno de transición de dos años y homologar la elección de gobernador con la presidencial. En el mes de junio, los tres Yunes, aspirantes a la gubernatura, se manifestaron en contra de esa iniciativa.

Calibrada la propuesta de los dos años, y contando con la venia presidencial, en diciembre de 2014, Duarte presentó al Congreso su Iniciativa de Reforma Político Electoral. Tal vez fue en ese momento, cuando se definió el futuro de Veracruz. El senador José Francisco Yunes Zorrilla retiró su aspiración a la gubernatura de dos años, dejando el camino libre a Héctor Yunes Landa.

Al tiempo que Héctor Yunes recorría el estado en 2015, aumentaron las manifestaciones contra Duarte por pagos incumplidos, y empezaron a relucir las cifras de la enorme deuda pública contratada con los bancos. A principios de 2016, se supo de las denuncias de la ASF por corrupción del gobierno veracruzano. También se definió la candidatura del PRI para Héctor Yunes Landa, quien durante su campaña política nunca logró crecer lo suficiente y fue derrotado el 5 de junio por Miguel Ángel Yunes, candidato del PAN. El enojo priista motivó que a la presidencia de la república, llegaran denuncias de traición de Duarte, por haber dado el apoyo a Cuitláhuac García, candidato de Morena. Los medios nacionales coincidieron en señalar el hartazgo social contra el gobernador, como la causa de la derrota del PRI.

Desde ese día, Veracruz entró en un estado de guerra declarada, donde las partes tratan de hundir al enemigo a cualquier costo. Miguel Ángel Yunes Linares, el gobernador electo, no ceja en reclamar cárcel para los corruptos. Duarte, a quien ya le ven signos de demencia política, insiste en poner obstáculos legales y administrativos, buscando blindarse y contrarrestar a su enemigo jurado, mientras varios de sus funcionarios y ex funcionarios tratan de librar las fuertes acusaciones, ante la delegación de la PGR en Veracruz.

La sociedad desea que avancen esas investigaciones y que se proceda enérgicamente. Que termine la terrible gestión duartista y que se haga el recuento de los daños. Que se establezcan las bases para la reconstrucción económica y moral de Veracruz. Y que en noviembre acabe esta guerra sin sentido.

 

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