José Antonio Flores Vargas

Con el triunfo de Miguel Ángel Yunes Linares el domingo pasado y sus reiteradas declaraciones sobre el castigo y cárcel a Javier Duarte y a los funcionarios que incurrieron en actos de corrupción, parece quedar poca duda de que el próximo gobernador actuará con rigor, y que además llamará a cuentas a todos aquellos que en los últimos años se le atravesaron en el camino, para sacarlo de la contienda electoral y desacreditarlo ante los veracruzanos.

La percepción de la gente se ha centrado en la necesidad de acelerar los procesos judiciales y que en los meses siguientes no se olvide ese compromiso, que es al mismo tiempo deseo vehemente de la población lastimada. Pero no es tan sencilla la cosa, no es lo mismo desearlo, que hacerlo posible.

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Por esa razón, todos esperan que sea verídico el rumor de que un grupo de especialistas designados por Yunes Linares, están revisando con lupa las acciones y los números gubernamentales de este gobierno, para hacer correctas diligencias y asegurar castigos ejemplares, que no queden en vergonzosas acciones fallidas.

Sin embargo, es necesario empezar a enseñar la otra vertiente en el hacer del Ejecutivo entrante en Palacio de Gobierno. La que parece la otra cara de la luna, aquella que se guarda en el misterio y todavía no se ha dado a conocer.

Pero no se trata de los anuncios de la plataforma de campaña. Más bien, la gente quiere escuchar, en tiempos serenos y pasada la inquietud, el dibujo del programa a iniciar. Conocer los qué, cómo, cuándo, con qué, con quién y para qué.

Los veracruzanos quisieran que esa eficacia mostrada para alcanzar la gubernatura, se aplique en la solución de los graves problemas veracruzanos, más allá de los castigos bien merecidos que varios obtendrán, Si Dios es justo, si Yunes Linares integra bien los expedientes, y si no se atraviesa el diablo.

Que no tarden mucho para decirnos cómo está Veracruz en sus cuentas, cuánto desapareció, y con cuánto podemos iniciar el primero de diciembre. Que nos informen cómo están los asuntos del IPE y de la Universidad Veracruzana, por ejemplo. Cuántos aviadores van a mandar a volar en definitiva y que esos puestos y recursos no serán reutilizados para lo mismo. No podemos esperar meses para conocer verdades, porque sólo son dos años.

Veracruz requiere sentir que los acompañantes del Gobernador en su gabinete, serán personas honorables y capaces y que no lleguen a aprender. Alguien recordaba hace poco el examen exhaustivo para designar funcionarios en tiempos de Chirinos, y también, que en esa administración operaron con números negros y hasta dejaron 900 millones en caja a la siguiente administración. Por eso a veces, es bueno empezar a conocer la otra cara de la luna. Es bueno soñar.

 

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