Cumplido su primer mes como gobernadora de Veracruz, comienzan a surgir las opiniones favorables sobre Rocío Nahle en diversos puntos del estado y prácticamente en todos los sectores. 

Y parece que lo que ya notaron los veracruzanos es que la ingeniera es muy superior al exgobernante Cuitláhuac García, de quien abundan los malos señalamientos en diversos aspectos de carácter oficial. Y es que toda la gestión del ingeniero olió a gas, y quizá por ello, le fue asignado el flamante cargo de director de Cenegas en el gobierno federal, a instancias seguramente del expresidente López Obrador, su creador y eficiente solapador. 

La gobernadora de Veracruz ha estado atenta a mantener una comunicación eficaz con la población, a estar al tanto de sus inquietudes y preocupaciones, y también a facilitar la vida de jóvenes y viejos, con efectivas decisiones: cancelar la cuota del puente Coatzacoalcos, extender las prórrogas a los morosos de la verificación vehicular y a anunciar que no aumentarán impuestos. Temas que apoyan a la economía de los jefes de familia y hacen sentir un gobierno nuevo y más cercano.

Consciente de que el turismo debe cuidarse y promoverse por su función como reactivador de la economía, la señora gobernadora impulsó el tradicional evento de El Viejo el 31 de diciembre en la ciudad de Veracruz. Una acción encomendada a la secretaría de turismo, dependencia donde se sabe que la funcionaria titular, de apellido socialité local, comenzó a sentir pasos pesados debido a la dinámica, experiencia y carisma del subsecretario Flores, colocado allí por decisión personal de Nahle.

Otro caso que indica el estilo de su gobierno, fue la extensa reunión de más de dos horas que ella tuvo con los mandos principales de la CAEV en las oficinas de ese organismo, causando nerviosismo o sorpresa en el personal. Es posible que este esquema lo repita con frecuencia. Durante el “atanasiato”, esa instancia fue metálica caja chica con pretextos de “aportaciones para actividades políticas”. No extrañaría nada que ella decidiera hacer una investigación de las empresas fantasmas y de las obras y proyectos que sólo existen en papeles virtuales de informes de gobierno y de cuentas públicas del periodo anterior. 

Ojalá la titular del ejecutivo viera con ojos propios el caso de la invasión de Jinicuil Manso en Coatepec, donde malos funcionarios están afectando a legítimos propietarios de terrenos que desde hace más de 5 años algunos vivos con ligas en palacio, quieren despojar. 

En la Fiscalía debe existir un grueso expediente legal y también un gran rollo que impide justicia.

Fuera de este asunto que huele bastante mal, puede afirmarse que adquiere buena forma el gabinete Nahlista y que se reafirma como líder fuerte la jefa del gobierno veracruzano. 

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