La mitología griega cuenta que cuando Prometeo vio al hombre tan vulnerable a causa de sus carencias, robó de Atenea y Hefesto la técnica y el fuego, y se los dio a los mortales para que pudieran vivir en la Tierra.

Pero de acuerdo con el psicólogo español Manuel Villegas, al carecer los seres humanos del arte de la convivencia, ellos continuaron indefensos a causa de la dispersión y de las peleas. Según el especialista, éste fue el error de ese generoso dios helénico: olvidar que el ser humano no se regula de forma espontánea y que precisa de la conciencia moral.

En su libro El error de Prometeo, el científico del comportamiento, da las pautas para entender cómo surge esa regulación en la conciencia y cómo puede alcanzarse un nivel óptimo a través de una psicología del desarrollo moral.

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Y el tema puede asociarse al más aventajado aspirante a la presidencia de la república, a Andrés Manuel López Obrador, de quien dicen las encuestas y la gente, será el ganador de la contienda presidencial el próximo primero de julio.

En efecto, lo que se oye y se lee por todos lados, es que el precandidato y candidato del partido MORENA, está haciendo esta vez hasta lo imposible y lo más increíble para obtener la silla del águila.

Andrés Manuel ha logrado congregar en su feudo político a todos los personajes que ha querido o que han querido unírsele, sean buenos, regulares o malos. El Peje ha contado con el supremo don del perdón y ha redimido a todo aquel que la pena y la maledicencia no dejaba sacar la casta. También ha podido diseñar un programa de pacificación y perdón, que dicen sus críticos, incluyó a los mismos narcos y delincuentes del drama y la tragedia nacional. Entre algunas ocurrencias, poco a poco ha ido desgranando la manera en que manejará los temas financieros, los del desarrollo nacional y los de la seguridad pública.

Y si como señalan todos los díceres en todos los rumbos, el día 1 de julio dormiremos con el primer presidente electo de MORENA, sólo nos faltará conocer si ese afortunado tabasqueño -a quien el omnipotente pueblo le dará el fuego y la técnica- cuenta con suficiente regulación moral para contenerse y avanzar en las decisiones que beneficien al país, más allá de lo que ahora sólo vemos como un exceso de ideas imposibles y promesas de campaña.

Sobre esta debilidad del morenista, varios de los analistas que respaldan al tabasqueño, se esfuerzan en convencerse y en convencer a los demás, de que Andrés Manuel no incendiará al país y no lo empujará barranca abajo.

No sea que meses después de la asunción presidencial, el pueblo de México que entregue su voto al morenista, descubra que cayó en el error de Prometeo y que el beneficiario de la técnica y del fuego no puede contenerse y regular moralmente sus decisiones y cumplir o deshacer las promesas buenas o falsas que lo han encumbrado.

Ojalá que la esperanza en un verdadero cambio, y la confianza ciega de los que tienen fe en Andrés Manuel, conduzca a mejores tiempos para México, porque hasta este momento, la gente cree poco en los candidatos de los otros partidos.

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