José Antonio Flores Vargas

Mucha gente en Estados Unidos, impulsa la idea de que ese país necesita un cambio en su estilo de gobierno. Varios medios de comunicación, afirman que esa creciente percepción ciudadana, es la que tiene a Donald Trump en la antesala de la presidencia, que se renovará el 20 de enero de 2017.

La gente que no simpatiza con los modos del candidato republicano, ven con preocupación su avance en varios estados, que contrasta con el escepticismo hacia las propuestas de Hillary Clinton, la candidata del Partido Demócrata, que obligó a Michelle Obama a salir a respaldarla, en un emotivo discurso pronunciado esta misma semana.

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Trump propone restablecer el orden y la protección de los derechos de las familias norteamericanas, en un país que él mira destruido. También habla de apretar riendas en el tema de los indocumentados, proponiendo la construcción de un muro entre ese país y México, que si llegara a concretarse, sería altamente lesivo para los intereses de este lado de la frontera.

Mientras tanto en México, las circunstancias no resultan favorables para el partido en el poder. Las crecientes denuncias contra la corrupción de los gobernantes y la derrota del PRI en las elecciones de junio pasado, no alientan la confianza de la población.

Esta situación ha provocado el surgimiento de campañas anticipadas para buscar la presidencia. La sobreexposición de Margarita Zavala del PAN, y la de López Obrador, por MORENA, son ejemplos del trabajo adelantado que realizan esos partidos políticos.

Por eso, llama la atención el resurgimiento de Manlio Fabio Beltrones, retirado del PRI a causa de la reciente derrota electoral. El reconocido analista político Raymundo Riva Palacio, en su portal Eje Central, plantea una ruptura en ese partido y la posible aparición de una corriente crítica encabezada por el propio Beltrones, para alcanzar la presidencia de la república en 2018.

Acaso será Beltrones, el personaje que pueda enfrentar a un difícil Trump, en un hipotético escenario presidencial durante los próximos años. O será el anuncio de una oposición enérgica al grupo que representa Enrique Peña Nieto y a su política. O simplemente trata de poner un hasta aquí, a las aspiraciones de la generación de políticos jóvenes, que por ambición e impericia, han dejado mal parado al poder público en los últimos años.

De ganar Trump la presidencia de los Estados Unidos, uno de los estados más perjudicados sería Veracruz, cuya economía recibe anualmente una fuerte inyección de dólares a través de las remesas que envían los paisanos que trabajan en ese país. Durante los tiempos más boyantes, la suma de recursos que envían los migrantes veracruzanos a sus familias cada año, ha llegado a representar hasta el 40% del presupuesto anual del gobierno del estado.

En México, la probabilidad de escisión y surgimiento de una corriente crítica, encabezada por Beltrones, como la que sucedió en el PRI nacional hace casi 20 años, modifica los escenarios locales, las aspiraciones y quizá hasta las posibilidades para ganar la gubernatura en 2018, de José Francisco Yunes Zorrilla y de Héctor Yunes Landa, los más importantes políticos de ese partido en Veracruz en estos momentos.

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