La enorme difusión mediática de la solicitud de un punto de acuerdo en la Cámara de Diputados, promovido la semana pasada por la legisladora morenista Ivonne Cisneros Lujan, viene a confirmar la creciente sospecha de que muchos de los recientes “movimientos ecologistas” que surgen en este sexenio son teledirigidos desde oficinas públicas con diferentes propósitos.

La solicitud de punto de acuerdo se refiere a la obra de construcción de un puente vehicular que acaba de iniciar la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) en la Avenida Lázaro Cárdenas, a la altura de la Plaza Urban Center en la ciudad de Xalapa, con un costo de 129 millones de pesos.

En la parte medular del punto de acuerdo se solicita al gobierno del estado y al ayuntamiento que encabeza Ricardo Ahued, detener la obra y la tala de árboles, realizar una consulta popular, y también, formular un programa de movilidad urbana sostenible que proteja el ambiente (tareas que requieren algunos meses). También plantea medidas compensatorias y un plan de reforestación. Adicionalmente, señala su preocupación porque los cuerpos de seguridad pública custodian a los inconformes que ya lograron detener la obra por la vía legal. 

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Pero las motivaciones de esta iniciativa “ambiental”, recuerdan mucho a aquella frase que se les dice a los niños para tenerlos controlados: “Si te portas mal, vendrá el coco”. Y esto se afirma porque en Xalapa, en el estado y en el país, hay varios asuntos álgidos, donde jamás aparecieron esos “ecologistas”, y hay ejemplos notables en los que han quedado “como momias”: la tala de zonas boscosas que en varias comunidades hacen los propietarios de tierras para poder acceder al programa “Sembrando Vida”; la invasión de tierras de régimen privado en las zonas boscosas de Coatepec por agrupaciones políticas, donde ni con sentencia favorable los auténticos propietarios han logrado que la autoridad estatal llegue a desalojar. 

Y ahí está el absoluto silencio de estos “justicieros de la naturaleza” morenos, en el tema del Tren Maya, criticado por todo tipo de instancias a nivel internacional y gran parte de la sociedad o el del Libramiento de Coatepec en esta región.

Las sospechas de manipulación en este asunto invocado por la diputada Cisneros (quien desmanteló el Seguro Popular y sólo cobró glorioso sueldo en el malogrado INSABI), surgen en tres vertientes. La primera, pudiera ser la ansiedad, angustia y desesperación por las auditorías y demandas contra la administración del exalcalde Hipólito Rodríguez en el ayuntamiento anterior, donde hubo varias devoluciones de recursos a la federación, oscuras maniobras en CMAS, deficiencia en las obras públicas, nube de aviadores morenistas y otras irregularidades financieras, que pudieran afectar incluso a Cisneros, la entonces síndica municipal.

Pero en segundo lugar está la sospecha de que, esgrimiendo problemas o inconformidades de carácter ecologista, el gobierno estatal decida cancelar la obra del puente mencionado, y mejor ahorrarse esos recursos por si se requieren para los grandes proyectos de AMLO que acaparan recursos por sobrecostos u obras adicionales. 

Sólo se debe recordar que las administraciones morenistas del país son proclives a las devoluciones de recursos a la Federación, como nunca se vio antes.

Y sería conveniente meditar una situación preocupante. El gobernador Cuitláhuac García no dejará obra relevante en Xalapa, ya que se le está retrasando su nido del halcón para fines deportivos y musicales, a costo multimillonario en la reserva territorial (750 MDP), y para la sede de un equipo de basquetbol donde ya se habla de un tal Lima Franco y de intereses extradeportivos (decisión extraña, ya que existe un Nido del Halcón con su propio recinto en el campus de la UV).

El tercer motivo es este. La obra del Puente Las Trancas, se construye a paso de tortuga sin avances visibles, si se toma en cuenta las fechas de entrega que el propio gobernante informó, cuando señaló el próximo mes de noviembre. 

Y el puente de más de 400 metros y 10 claros que Ivonne Cisneros se opone, y que supuestamente se terminará el año próximo, corre verdadero peligro de cancelarse, porque además ya no tienen tiempo para construirlo en forma, si se toma en cuenta la ineficiencia mostrada en el puente Las Trancas, y en el colector pluvial División del Norte de la Colonia Rafael Lucio, que tiene muchos meses de retraso, demora gigantesca que a los ecologistas no les ha interesado en lo absoluto.

Y el último tema a reflexionar: si la obra cuestionada es estatal, porque los “ecologistas” se han empeñado en exhibir a Ricardo Ahued como el culpable de sus muinas y pataletas de fotografía.

La conclusión salta a la vista. Los oscuros motivo$ están moviendo el tema ecológico en este régimen, y son los mismos que están reuniendo a los implicados molestos de la zona Urban Center. Manipulaciones palaciegas como las ocurridas antes a la Plaza Comercial que detuvieron hace meses con una suspensión en la zona de Monte Magno. 

Parece que en Veracruz el asunto de los árboles frondosos, radica en la sombra que deben dar, como la de los oscuros motivos de Ivonne y sus ecologistas del bienestar.

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