El respeto a la verdad y el rigor en la búsqueda de la información fidedigna, son principios que guían la labor periodística. Se considera buen periodista a aquel que consigue información relevante y exacta en el menor tiempo posible.

Sin embargo, como ocurre en otras profesiones, el trabajo no está exento de dificultades y riesgos, incluso en la integridad física de reporteros y periodistas en general. Y es que los periodistas suelen descubrir verdades incómodas para algunos grupos de poder.

El día de ayer el periódico El Economista publicó un artículo titulado “Veracruz, el estado más peligroso para periodistas en América Latina”, elaborado a partir de una investigación realizada por Reporteros sin fronteras (RSF), una organización defensora de la libertad de expresión.

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En su informe “Veracruz: los periodistas frente al estado de miedo”, dicha organización independiente señaló que “México es el país más peligroso de América Latina para el ejercicio del periodismo, con 99 comunicadores asesinados durante los años del 2000 al 2016” y que la zona de Veracruz es la más amenazante, con 19 periodistas caídos, junto con cuatro más que se reportan como desaparecidos.

Los datos fueron obtenidos mediante una misión especial de RSF para conocer la situación de los comunicadores, sobre todo durante el mandato de Javier Duarte (2010-2016), quien no obstante haber participado en la creación de un sistema de vigilancia y protección para ellos, 17 cayeron durante su gestión y otros más optaron por exiliarse o guardar silencio, convirtiendo al estado en el lugar más peligroso para el periodismo en todo el Continente.

Durante la presentación del informe, esa asociación internacional de periodistas exhortó al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares a terminar con la impunidad que rodea a los casos mencionados, solicitando reabrir las investigaciones correspondientes.

A su llegada al gobierno en diciembre pasado, una de las primeras acciones fue la reestructuración del organismo estatal de protección y apoyo a periodistas, la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), la cual se integra por periodistas, dueños de medios de comunicación y representantes de instituciones respetables en la vida pública estatal, como la Universidad Veracruzana.

Los periodistas veracruzanos están conscientes de las limitaciones y riesgos a que tienen que enfrentarse para cumplir su labor social e informativa. En relación a lo reportado por RSF, ellos quisieran encontrar respuestas creíbles sobre los casos de periodistas muertos o desaparecidos en diversas ciudades del estado.

Ante esa situación, se han hecho algunas preguntas. Será que una institución así formada pueda respaldar a los periodistas. O sería mejor que desapareciera, como lo han sugerido algunos, y con ello mitigar el quebranto de las finanzas estatales que ocasionó su creador. Y por último:

¿CEAPP que sirva para algo distinto, que no sea saborear una dulce rebanada de pastel?

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