La semana anterior fue de intensa actividad para el delegado federal Manuel Huerta Ladrón de Guevara. El gobernador publicitó los logros de los programas del bienestar, y en una parte de su discurso dijo: “Fuimos a otras ciudades a hacer eventos como este para que fuera evidente lo que algunos se negaban a creer, pues lo que está escrito hoy en la Constitución, es una realidad: el recurso de todos los programas llega directo a la gente y significa una derrama superior a los 60 mil millones de pesos anualmente”.
Y ante la pobreza de resultados y realidades de su gobierno, era necesario que Cuitláhuac García lo acompañara en esa gira del bienestar, entregando apoyos “enviados por el presidente López Obrador”, como le insisten a la gente los morenistas. Pero, por otro lado, ese obsequioso gesto de García Jiménez resulta un eficaz espaldarazo a la labor burocrática del sociólogo, que hasta ahora sigue trabajando sin problema en repartir dinero público a adultos mayores, becarios y productores del campo.
Y como se señaló en las informaciones difundidas, recién se incorporaron 165 mil beneficiarios de 65 años o más, como resultado de la modificación de las reglas de la pensión a adultos mayores.
En una columna que escribe en el Diario de Xalapa, Manuel Huerta había informado que los programas beneficiaban a 2 millones 145 mil personas que recibían conjuntamente una derrama económica superior a los 61 mil millones de pesos cada año. Si se suman los nuevos millones de pesos y los miles de beneficiarios inscritos ahora, que tienen 65 años, adicionales a los de 68 años que ya estaban en el padrón, “la derrama”, como califica el gobernador, es junto a las remesas anuales de los migrantes, el mayor monto de recursos que en esta época obradorista llega a las familias veracruzanas.
Esto quiere decir que la cuarta parte de la población jarocha está recibiendo algún apoyo del gobierno de la 4T y que, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, puede ser el glorioso caballo negro que AMLO esté alimentando para sacarlo a competir en la elección de gobernador en 2024.
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Además del respaldo discursivo de Cuitláhuac al trabajo y resultados de Huerta, debe observarse que también dejaron de enviarle los misiles periodísticos preparados desde alguna oscura dependencia estatal, en los que se le señalaban temas escabrosos enfocados a féminas que supuestamente sufrieron agresiones o acosos de tipo sexual, laborando en oficinas a cargo del delegado.
Por lo pronto, más de dos millones de veracruzanos (la cuarta parte de la población) pueden tener convenientes motivos para seguir respaldando al morenismo. Ya se verá si el residente del palacio nacional ocupa a Huerta como candidato. Mientras tanto, el caballo sigue engordando y esperando un milagro.
