Ayer el superdelegado federal Manuel Huerta Ladrón de Guevara dio su informe de las actividades e impactos de los diferentes programas federales en el estado. El primer siervo de la nación en Veracruz utilizó su columna periodística en Diario de Xalapa para dar a conocer lo logrado hasta la fecha, resaltando el multimillonario programa insignia del régimen: el del apoyo económico bimestral a los adultos mayores. 

Es la tercera ocasión (noviembre de 2019 y julio de 2020) que el funcionario federal saca de su floreciente huerta los frutos que alimentan y dan esperanza a cientos de miles de familias veracruzanas, y también a las confiadas ansias sucesorias de algunos personajes que quieren la gubernatura en 2024. 

Aquí hemos insistido en que, si la contienda se definiera en una lucha libre a tres caídas, Huerta Ladrón de Guevara estaría peleando por el triunfo, considerando aquella célebre sentencia popular de los habilidosos repartidores: “el que parte, reparte, y le toca la mejor parte”. 

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El único problema de Manuel, es que, aun siendo residente en Xalapa desde hace muchos años, necesita la modificación constitucional para poder ser candidato a gobernador. Sufre exactamente el mismo problema que Rocío Nahle y Ricardo Ahued. 

Según los datos presentados ayer, en los dos millones, 250 mil viviendas veracruzanas, los programas benefician a 2 millones 145 mil personas que reciben conjuntamente una derrama económica superior a los 61 mil millones de pesos cada año.

Por mencionar los mejor conocidos, más de de 677 mil adultos mayores reciben el apoyo bimestral, en el campo reciben apoyos 188 mil pequeños y medianos productores, además de cañeros y caficultores y otros 65 mil campesinos en el programa Sembrando Vida.  Adicionalmente, a 61 mil personas se les respalda con becas por discapacidad y hubo 65 mil Tandas para el Bienestar. Por otro lado, se impulsa a 154 mil beneficiarios que reciben apoyos del programa Jóvenes Construyendo el Futuro y 321mil becas de educación básica Benito Juárez a niños y niñas de primaria. 

En su informe anterior Manuel Huerta habló de 1.9 millones de personas apoyadas. Lo que quiere decir que en un año incrementó 245 mil beneficiarios. 

De acuerdo con lo anterior, podría afirmarse que con estos datos el gobierno de López Obrador complementa o sustituye lo que no aparece en el segundo informe de Cuitláhuac García, plagado de pequeñas cifras de resultados y abundantes palabras para justificarse, de la comodidad de los “otros datos” y de señalamientos y culpabilidades por lo que no hizo. 

Por lo pronto, más de dos millones de veracruzanos (la cuarta parte de la población) ya pueden tener motivos para seguir respaldando al morenismo y a la 4T. Los demás seguirán aguardando mejores tiempos. 

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