José Antonio Flores Vargas

Si analizamos cómo se han desenvuelto los presidentes de la república durante los últimos 20 años en México, podemos encontrar que sus logros han sido inferiores a las expectativas que despertaron antes de empezar funciones.

Habremos de recordar que Ernesto Zedillo, fue el gobernante priista cuyos magros resultados, permitieron entregar la presidencia a un candidato de diferente partido. Que Vicente Fox inició el tercer milenio con desatinos y ocurrencias, como aquella que le soltó a Fidel Castro en un encuentro de mandatarios, que lo volvió famoso en el planeta: “Comes y te vas”.

Que fue Felipe Calderón, el presidente que inspirado en el alcohol, olvidó la lucha contra la pobreza, y en lugar de ello, desató la guerra interminable contra el narcotráfico. Del presidente Enrique Peña Nieto, no hace falta mayor comentario. Todos tenemos algo negativo que decir, en cada uno de los años que lleva en el gobierno.

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Y si buscamos en el desenvolvimiento de la izquierda, encontramos a su sempiterno candidato. Con la razón, que siempre tiene, Andrés Manuel López Obrador, ahora con Morena, impulsará por enésima ocasión su candidatura. Sin embargo, así como goza de simpatías multitudinarias en algunos estados, este señor tiene miles de detractores en todo el país y en todo el espectro político, sea de izquierda, centro o derecha.

Quizá por ello, en este momento la población piense en una mujer para ocupar el máximo cargo en la nación. Apenas anteayer, el periódico El Financiero publicó que según su encuesta, prácticamente hay un empate en las preferencias, entre Margarita Zavala de Calderón, López Obrador y Miguel Ángel Osorio Chong.

Desde que gobernaba Felipe Calderón, mucha gente veía en su esposa, a una mujer preparada, serena y capaz, en condiciones de buscar en un futuro la primera magistratura. Parece que su momento ha llegado y que no dejará que otro más la alcance para la nominación en 2018 por parte del PAN.

Esta sensación popular, favorecedora hacia las mujeres, se observa también en la próxima elección para gobernador del estado de México. Allí también las encuestas dicen que Josefina Vázquez Mota, puede ser la candidata del PAN que lograría triunfar sobre el aspirante del PRI.

Si nos acercamos al estado de Veracruz, aquí la sucesión no se presenta tan diferente. Si bien es cierto que la pelea por la gubernatura es parte de un proyecto de ocho años, donde las familias Yunes ya dispusieron que son las que lo merecen en el PAN y en el PRI, también es cierto que la situación que guarda el estado y sus complejos problemas, podrían modificar los escenarios y los nombres a la hora de fijar candidaturas.

A excepción del PRD, que al parecer continuará en su alianza con el PAN, no está por demás ir pensando también en las mujeres, como prospectos a la gubernatura. En el caso de MORENA, Cuitláhuac García puede dar paso a la diputada federal Rocío Nahle García, persona cercana a Andrés Manuel, quien sueña con ser gobernadora. En el PRI, tendrán que ir preparando a una mujer que pueda diferenciarse de las reinis o barbies. Y por los candidatos independientes, seguramente habrá alguna que quiera demostrar los tamaños de las mujeres cultas, bragadas y que no necesitan de otras artimañas para escalar peldaños en la política.

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