José Antonio Flores Vargas
El diario español El País, en su versión digital del día de ayer, informó que durante un mitin realizado unas horas antes en la Ciudad de México por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), éste exigió a Enrique Peña Nieto que en el último tercio de su mandato, arme un gobierno de transición para evitar un país en escombros, clamando en tono amenazador que “no queremos violencia, no queremos reconstruir México desde escombros y amargos sufrimientos”.
Quizá esta actitud beligerante de López Obrador, se deba al importante incremento de votos que obtuvo MORENA en las elecciones del 5 de junio anterior en doce estados del país, lo cual le dio los arrestos suficientes para tal exigencia y para dar a entender que será él quien encabece el próximo gobierno federal.
Pareciera que a AMLO poco le importa la salida que dio hace poco Miguel Mancera, para hacer sentir que le interesa participar en la contienda presidencial del año siguiente. Mancera, también líder de izquierda, será un oponente de altura y probada simpatía popular, cuando se lleguen los tiempos electorales para renovar el poder presidencial.
Y es que al gobernante de la Ciudad de México poco le ha importado la escisión de los partidos de izquierda y la fuga de militantes hacia distintos rumbos. Tampoco, la manera indigna en que destituyeron al presidente nacional del PRD, con todo y sus previsibles consecuencias.
Esa despreocupación quizá se deba a que Mancera tiene mucha gente que lo apoya, gracias a los programas sociales y a las modificaciones legales y facilidades administrativas en favor de la comunidad LGBTTTI (lésbico, gay, bisexual, travesti, transgénero, transexual e intersexual) que se desarrollan en la Ciudad de México. Al respecto, el citado periódico español, ha señalado que la capital mexicana es pionera en esas medidas en el Continente Americano.
Y es que el movimiento gay ha avanzado a pasos agigantados a nivel internacional en los años recientes. Ayer mismo, el Papa Francisco dijo que estos colectivos deben ser tratados con respeto, aceptando que la Iglesia debe una disculpa a los gays por marginarlos.
Precisamente, la última movilización de estos grupos en la Ciudad de México el domingo pasado, sirvió de termómetro para saber cuáles convocatorias tienen eco en el sentir popular. Al respecto, y en comparación con el mitin de López Obrador de ayer, el periódico Excélsior señaló que “ni con acarreados gana AMLO a gays; reunió a 17,000 simpatizantes”, cifra muy inferior a los más de 100 mil de la marcha gay, que informaron varios medios nacionales.
Sobre López Obrador, y su inoportuna petición de preparar el gobierno de transición, no nos extrañe que en las semanas venideras empiece a revelar los nombres de los integrantes de su próximo gabinete. Eso sí, todos los seleccionados, deberán ser diáfanos e incorruptibles como él, y dispuestos a sacrificarse por la morena patria.
Entonces, la duda que queda en el aire, es saber si esta apresurada solicitud está dirigida a Peña Nieto, con el mensaje de que debe dedicarse a ese menester, dado que no habrá más resultados presidenciales a causa del fenómeno Bretix, y sus consecuencias financieras de alcance mundial, o bien, si la extraña petición al Ejecutivo Federal, no es más que un aviso a Mancera para que mejor no le mueva, porque la presidencia de la república ya está dada.
En cualquier caso, la desorbitada petición, suena a canción de Paquita la del Barrio, por aquello de que en el intermedio grita: “¡Me estás oyendo, inútil!”
