Las hirientes críticas juveniles a su vitiligo no le impidieron concretar sus metas personales y profesionales. Los estudios superiores en el ITAM le llevaron al reconocimiento de sus maestros y a la elogiada titulación una vez concluida la carrera de economía. La brillantez de su tesis de licenciatura sobre el seguro de vida le hizo merecedor de un prestigiado premio nacional.

En ese entorno, José Antonio Meade Kuribreña conoció a Juana Cuevas Rodríguez, la que después se convertiría en su esposa y con quien tiene tres hijos. Ella es una atractiva mujer, también licenciada en economía, que se dedica a la pintura, al diseño y a la curaduría de arte, actividades que le han llevado a presentar exposiciones en diversos países.

Desde las épocas formativas de Meade ya se conocía su sueño de ser presidente de México. Años más tarde acudió a la Universidad de Yale a realizar un doctorado en economía. Durante el gobierno de Felipe Calderón fue secretario de energía y de hacienda. Con Peña Nieto ha sido secretario de relaciones exteriores, de desarrollo social, y actualmente de hacienda y crédito público. Cuando era responsable de la política social, su avanzada solía afirmar: “El doctor sabe resolver carencias”.

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Su abuelo materno fue fundador del PAN. Su padre fue funcionario federal y diputado. José Antonio guarda estrecha relación con actores políticos y económicos de todos los colores. Con ayuda de su esposa ha extendido su simpatía y relaciones con mujeres importantes en diversas ramas de la vida nacional. La sociedad mexicana no le conoce antecedentes de deshonestidad.

Cuando llegó a la secretaría de hacienda, el presidente Peña Nieto le autorizó a seleccionar a sus principales colaboradores. Uno de ellos fue el encargado de la coordinación de la estratégica reunión priista de Campeche, donde se quitaron los candados estatutarios que ahora le permiten ser candidato presidencial. Otro más de su grupo, es el funcionario que en su nombre atiende la relación de Hacienda con los gobernadores.

José Antonio Meade cuenta con el respaldo de apellidos importantes en el panismo, como Calderón, Zavala y Gómez del Campo, este último, donde converge el apellido Videgaray, cercano al peñismo. Cabe señalar que el secretario de hacienda ha tenido destacada convocatoria y respuesta en foros femeninos, como el recientemente organizado por la ONU en México, dirigido a las mujeres emprendedoras del país.

Ayer en la reunión del Consejo Político Nacional del PRI, su nombre fue uno de los más pronunciados, como antes sucedió en diversos eventos.

Por esa razón, algunos líderes y politólogos afirman que el movimiento realizado en estos días por Margarita Zavala, le resulta beneficioso como prospecto a la presidencia. Piensan que el probable candidato reuniría muchos votos a su causa, provenientes del PRI y del PAN, así como de los ciudadanos cansados de la corrupción.

Veracruz tiene un senador que estudió en el ITAM, que es amigo de Meade, y a quien la población le ve altas posibilidades de ser candidato del PRI a la gubernatura: es el senador José Francisco Yunes. Un veracruzano, que como el secretario de hacienda, se mantiene lejos de la corrupción y del rumor insano.

Ambos poseen condiciones para alcanzar el sueño dorado. Juntos pueden empujar el ferrocarril que los conduzca cuesta arriba en 2018. A Pepe Yunes, al gobierno veracruzano. A José Antonio Meade, a la silla principal del palacio nacional.

 

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